Hace 21 años atrás la diseñadora de vestuario, Elisa Olivarí Barria fue madre de tres hijos con alergia alimentaria.

En ese entonces, la oferta de productos especiales para esa condición era escasa, por lo que Elisa tuvo que ingeniárselas para crearle una dieta especial a sus pequeños.

“Yo necesitaba hacerle pan, galletas, queques y otras cosas ricas que mis hijos a veces querían. Entonces comencé experimentando con ingredientes sin saber mucho de cocina”, cuenta.

En ese ensayo y error, Olivarí ideó una harina hecha de frutas y verduras deshidratadas con la que comenzó a cocinar repostería para sus hijos, transformándose en un producto que decidió comercializar para quienes sufrían de alergia alimentaria.

“Hemos logrado hacer distintas harinas de manzana, frutilla, frambuesa; y también de verduras como betarraga, alcachofa, zapallo italiano e incluso de aloe vera. Todas sirven para distintas cosas”.

Este producto, que reemplaza a la harina de trigo en su uso en repostería y pastelería, mantiene las propiedades nutricionales de la fruta y aporta un exquisito sabor a las preparaciones.

Sobre la receta, cuenta Olivarí, es un secreto que tienen muy bien guardado y que la producción pasó de ser artesanal a industrial. En la página web de la marca www.skildpadde.cl la profesional ha dispuesto toda su oferta (harina de zanahoria, de manzana y frutilla), sus usos y recetas.

“Todo el proceso de creación de nuestro producto lo hemos realizado en pandemia y ha sido largo el proceso de certificación y etiquetado. Recién pudimos tener la primera producción lista hace cuatro meses. Un negocio familiar que surgió de forma artesanal y que hoy queremos que llegue a más personas con alergia alimentaria”, cuenta la profesional.

En la creación de la marca y los productos, Olivarí cuenta que necesitan difundir de mejor forma los beneficios de utilizar las harinas. “La gente todavía no entiende de qué se trata, y por eso, necesitamos que se haga conocida. Nuestra harina de frutos deshidratados sirve para las personas alérgicas, para personas con problemas de alimentación especial, veganos, vegetarianos o alguien que simplemente quiera comer algo distinto”.

Comercialización

Para poder dar a conocer su producto en el mercado, Olivarí ha debido recurrir a diversos sistemas de financiamiento. “Pagamos la primera parte con los IFE, SERCOTEC y los retiros del 10%. Sin embargo, ya no contamos con el dinero para seguir produciéndola, así que, con mis hijos, decidimos hacer una rifa que cuesta $5.000 y cuyo premio es el terreno donde vivimos”.

Tal como cuenta Olivarí, el sorteo rifará una parcela ubicada en la ciudad de Fresia, ubicada entre Frutillar y Puerto Varas, de 5.000 metros cuadrados con una pequeña cabaña de 36 metros cuadrados, conectada a luz y agua.

Además, está cercada, tiene un pozo propio y en un entorno natural maravilloso. “El primer premio es la parcela más $3.000.000, porque nosotros pensamos que alguien que llega a una casa siempre la quiere arreglar a su gusto; el segundo premio es $1.000.000, y el tercer premio son $500.000. El 2% de cada boleto va a una agrupación de gatitos”, señala Elisa.

Los números se pueden comprar a través del siguiente enlace y hasta el momento se ha vendido el 60% de la rifa.

El sorteo es el 20 de abril y Olivarí espera poder vender completa la rifa, así poder seguir con su emprendimiento familiar. “La idea es que llegue a todas las personas y a todo el mundo, que se masifique casi como el internet. Con el dinero queremos financiar la nueva producción, el sistema de venta y difusión, y la investigación para hacer toda la parte de contenidos”.

-¿Dónde vivirás cuando se rifen los números?

Todo el mundo me pregunta lo mismo… Bueno, no sé, buscaré la forma, la vida siempre nos muestra la manera de encontrar ese camino.