31 ENERO
Una crisis desató su interés en la salud mental. Decepcionado de los tratamientos, investigó el tema por su cuenta y empezó a subir videos en redes sociales. Al conseguir un colchón de seguidores, el siguiente paso fue ofrecer terapias psicoanalíticas o, como él lo tildaba, un servicio de asistencia emocional. Hace pocos días, tras descubrirse que en realidad no tenía los estudios adecuados, debió dar un paso al costado.
Seba Punto García, el influencer que ofrecía psicoterapia pero solo era ingeniero informático
Lo más leido
2.
3.
4.
5.









