Crítica de cine: Wake Up Dead Man, un gran misterio sobre fe y poder que ha pasado desapercibida
La tercera película de Knives Out combina un gran misterio con una crítica frontal a la instrumentalización política del cristianismo, pero rápidamente quedó fuera de la conversación que merecía.
Desde su llegada a Netflix, hace poco más de una semana, Wake Up Dead Man ha pasado casi en silencio.
Sin estreno en salas fuera de Latinoamérica, y lanzada a su suerte en medio de la vorágine de lanzamientos diarios en el streaming, la tercera entrega de la saga Knives Out ha quedado relegada a un segundo plano que no le hace justicia a una de las películas más provocadoras de la franquicia.
De partida, esta nueva entrega no solo construye un misterio sólido en torno a un pequeño grupo reunido al interior de una iglesia en decadencia, sino que también articula una crítica directa al clima moral y político de la sociedad occidental.
El foco, sin embargo, no está puesto en atacar a la religión como experiencia espiritual. En cambio, la película apunta al uso del cristianismo como herramienta de poder, discurso identitario e inclusive arma política por parte de sectores conservadores que han vaciado la fe de su contenido original.
Es ahí en donde reaparece el detective Benoit Blanc, nuevamente interpretado por Daniel Craig, quien con si estilo habitual llega a una comunidad cerrada para investigar un crimen ocurrido en el corazón mismo de la congregación.
Todo comienza, como es de esperar, con un asesinato dentro de la iglesia. Articulándolo rápidamente como un espacio marcado por la devoción, el secretismo y la sospecha mutua, nos presentan cómo Blanc se adentra en un entramado donde fe, dinero y control social se cruzan de manera inquietante.
En ese entorno, y como ya es tradición en la saga, el elenco es uno de sus grandes atractivos. La película reúne a figuras ampliamente reconocidas - como Glenn Close, Josh Brolin, Jeremy Renner, Mila Kunis, Kerry Washington y Andrew Scott - que funcionan como piezas clave de un rompecabezas coral cargado de tensiones y dobles discursos.
Sacándole el jugo a sus actores, Rian Johnson afina aquí su pulso narrativo y entrega un misterio más cohesionado y atractivo que el de Glass Onion en 2022, otra película que también se diluyó con rapidez, recuperando de paso el placer del enigma clásico sin renunciar al comentario social que define a la saga.
Aquí Johnson vuelve a explorar espacios de privilegio en Estados Unidos. Si antes fue una familia acaudalada y luego un magnate tecnológico, ahora el foco está puesto en las personas que giran en torno al poder eclesiástico.
Por eso la relación entre dinero y fe se instala como eje central del relato, presentando a dos sacerdotes, con visiones opuestas y pasados cargados, que entran en colisión en una historia que expone las grietas morales del liderazgo religioso.
A lo largo del metraje emergen temas como el adoctrinamiento, la manipulación espiritual y la radicalización de los creyentes. Incluso la idea de la resurrección es revisitada desde una clave simbólica, inquietante y profundamente política.
Todo lo anterior es bencina para encender el misterio, ya que los casos de Blanc nunca son solo policiales. Resolver el crimen implica también desnudar sistemas de abuso, hipocresías estructurales y discursos que se presentan como verdades absolutas.
Aunque Johnson bebe del misterio clásico, con ecos claros de Agatha Christie y de relatos sobre crímenes perfectos, sus preocupaciones están ancladas en el presente, dialogando directamente con debates contemporáneos.
Wake Up Dead Man termina siendo, así, un imperdible silencioso: una película inteligente, incómoda y entretenida que no solo desafía al espectador con su enigma, sino que lo interpela por aquello que ocurre cuando la fe deja de ser creencia y se transforma en poder.
En tiempos donde las estrategias de streaming evitan cualquier conversación prolongada, Wake Up Dead Man funciona casi como un acto de resistencia. Es una película que exige atención, llamando a dejar de lado al celular, y confirma que Knives Out sigue siendo una de las sagas más lúcidas para leer el presente a través del género.
Un misterio de Knives Out: Wake Up Dead Man ya está disponible en Netflix.
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