De Rusia con amor: cinco personajes rusos claves en la cultura pop que no deberían ser cancelados

Aunque las producciones estadounidenses habitualmente los han instalado como villanos, algunos han logrado abrirse paso aún en su condición de antagonistas. A continuación, una selección.

A lo largo de la historia, los personajes provenientes de Rusia se han convertido en grandes antagonistas del cine y la televisión. Obviamente lo anterior tiene relación con el alcance y relevancia de la producción estadounidense, que convierte a los personajes de su nacionalidad en los héroes, pero también responde a los efectos y consecuencias mundiales que tuvo la Guerra Fría.

De ahí que series recientes como Stranger Things han mantenido a los ciudadanos de la antigua Unión Soviética como antagonistas, pero eso es solo un caso contemporáneo que sigue una tradición arraigada desde las películas de James Bond, propuestas ochenteras como Red Dawn (Que mostraba una invasión soviética en suelo estadounidense) y una larga lista de producciones bélicas, de espías e inclusive deportivas.

En ese sentido, a continuación listamos los personajes rusos que han salido del estereotipo o que simplemente han marcado un hito en la cultura pop y que, en el escenario actual, en donde las compañías estadounidenses están retirándose de Rusia e inclusive los libros de autores rusos son puestos en entredicho, no deberían ser “cancelados” solo por ser rusos.

Natasha Romanoff (Scarlett Johannson)

En el último tiempo, sin duda alguna el cetro lo tiene Natasha Romanov. Por un lado, no tiene un acento marcado y es parte del equipo de superhéroes más relevante de las últimas décadas. Por otro lado, no es una antagonista como suele sucederle a los personajes rusos e inclusive fue el personaje femenino que logró abrirse paso entre los Vengadores de Marvel Studios.

Desde su creación en los cómics, a partir de la colaboración de Stan Lee, Don Rico y Don Heck, Natasha ha tenido que lidiar con las consecuencias de su origen como villana, el ser parte de un programa de asesinas e inclusive sus propias decisiones a lo largo de su carrera heroica. Lo mismo se replicó en el cine, aunque con un alcance mucho mayor cortesía de la participación de una de las actrices más reconocidas del mundo. Y obviamente, siendo parte de la historia de Los Vengadores, la idea de la Viuda Negra - que ya tiene un reemplazo en lo que es la actriz Florence Pugh - no debería quedar fuera del MCU solo por su nacionalidad.

Los Jennings (Matthew Rhys, Keri Russell)

The Americans es una de las grandes series de este siglo. Como parte de su historia, nos presentan a espías de la KGB que han logrado infiltrarse exitosamente en la sociedad estadounidense. Y parte relevante del encanto de esa historia, tiene relación con el trabajo actoral de sus protagonistas, quienes están marcados por la misión y el amor por la Madre Rusia, al tiempo que su propia relación personal inevitablemente se vuelve más real de lo que podrían haber esperado al comenzar su misión.

La historia de Nadezhda y Mischa es cautivante, pero la construcción de personajes que logran establecer a lo largo de seis temporadas es aún mejor. De hecho, a lo largo de la serie es muy habitual que los protagonistas estén al borde de ser descubiertos o fallar completamente en las misiones encomendadas por sus jefes soviéticos, pero uno siempre está de su lado. Aún cuando aparentemente estén del lado equivocado de la historia. Y eso convierte a The Americans en una serie que no es de blancos ni negros, ya que continuamente explora los grises de todo su escenario de espías, muertes, traiciones y cosas que hay perder.

Zangief

Street Fighter es una de las sagas de videojuegos más populares del mundo. Desde sus comienzos en los salones de las máquinas de arcade hasta su presente en las consolas, la franquicia de Capcom se ha instalado como el título de peleas definitiva. Y en su extensa lista de personajes, uno que tiene un rol importante es Zangief. Uno de los ocho originales de Street Fighter II y, a la vez, el dueño de esa técnica devastadora conocida en Chile como “el chupapoto”.

Reconocido como todo un bastión para los personajes de lucha asociados a los movimientos de agarre, inicialmente el buen Zangief estuvo ligado a todo el estereotipo soviético. De hecho, su final lo llevaba a celebrar su victoria junto a Mijail Gorbachov. Pero también se estableció como un verdadero héroe de Rusia y un luchador callejero que estaba en contra de las actividades de la malévola organización criminal Shadaloo de M. Bison. Y como tal, Zangief ha sido siempre una presencia constante en la franquicia de pelea. Esperemos que lo siga siendo.

Pavel Chekov (Walter Koenig y Anton Yelchin)

Siguiendo la tónica de los personajes rusos que no son representados como villanos, simplemente no hay nadie como Pavel Chekov. En su rol de navegante de la Enterprise, y como el único con la capacidad de seguir las actividades científicas del señor Spock, es sin duda uno de los personajes más relevantes de toda la franquicia.

Pero la gran gracia del personaje es que permitió romper los estereotipos en plena Guerra Fría, siguiendo la filosofía de unidad de Star Trek y demostrando que solo la unión de la humanidad permitiría romper las barreras e iniciar la conquista del espacio, la frontera final. Ese tipo de mensajes es más importante que nunca, aunque lamentablemente la muerte del actor Anton Yelchin impedirá que Chekov aparezca en la próxima película ya anunciada. Pero su ausencia se sentirá.

Ivan Drago (Dolph Lundgren)

Aún estando en la vereda completamente opuesta del anterior, sin duda el personaje ruso más importante en la cultura pop es Ivan Drago. La máquina soviética de los golpes, un súper hombre optimizado por la ciencia, el que mandó al más allá a Apollo Creed de un puñetazo y máximo rival del más grande campeón de boxeo de todos los tiempos: Rocky Balboa.

Rocky IV, la película en la que aparece Drago, no es la mejor obra cinematográfica, y está lejos de lo que se logró con la primera obra de la serie, pero sin duda alguna el trabajo para elevar a Ivan Drago como el antagonista definitivo de Rocky permitieron catapultar a una producción que es un reflejo completo de los excesos de los ochentas en el marco de la Guerra Fría. En ese sentido, aunque Creed II tampoco estuvo a la altura, sin duda lo mejor de toda su propuesta radicó en dar vuelta al propio estereotipo que le dio vida al boxeador ruso y presentar las consecuencias que tuvo su derrota ante Rocky, para presentar a un hombre quebrado por el olvido, la traición y que a la larga fue más que solo una máquina de dar golpe.

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