En el marco del lanzamiento de su primer álbum de larga duración, “RUBY”, Jennie estuvo como invitada en el programa de Jung Jae Hyung.

La integrante de BLACKPINK, abrió su corazón al recordar su difícil camino como aprendiz en YG Entertainment, una etapa que marcó su vida desde los 14 años.

La cantante, que regresó a Corea del Sur desde Nueva Zelanda a esa edad, pasó seis años en entrenamiento, un período que describió como “cruel” debido a la constante presión de las evaluaciones y la feroz competencia entre los aprendices.

A pesar de las difíciles pruebas, lo que más le costaba no era el entrenamiento en sí, sino ver cómo sus amigos más cercanos se despedían con cada evaluación.

“A esa edad, era realmente difícil aceptar que alguien se fuera”, confesó Jennie durante la conversación.

Esta situación de constantes despedidas cambió su visión sobre las relaciones personales. “Cuando eres joven, aprendes mucho sobre dar y recibir amor. Pero ser aprendiz era solo competencia”, explicó la artista.

Al darse cuenta de cómo funcionaba la industria, Jennie desarrolló una mentalidad de supervivencia por lo que cada eliminación representaba una oportunidad más para ella.

“Si esa persona no lo logra, entonces yo debo hacerlo”, reflexionó.

A pesar del dolor de perder amigos, la joven cantante mantenía su objetivo claro: debutar y convertir su esfuerzo en éxito. “Era triste cuando amigos cercanos se iban, pero tenía que secarme las lágrimas y seguir adelante”, afirmó con determinación.

Aunque su juventud y las dificultades parecían ser obstáculos insuperables, Jennie nunca perdió de vista su meta.

“Pensaba que este era el único camino para mí. Dejé la escuela por esto y me negaba a creer en cualquier incertidumbre. Tenía la firme determinación de que definitivamente lo lograría”, recordó, revelando la incansable voluntad que la llevó a convertirse en una de las artistas más exitosas del K-pop.