El sueño de los pibes, titulaba un usuario de redes sociales el video viral de un grupo de jóvenes entusiastas jugando a la pelota en la playa.

En un país como Argentina en el que el fútbol parece vivirse directamente de otra manera, la típica pichanga entre amigos sobre una porción de arena dio paso a un multitudinario espectáculo con una atmósfera más emparentada a la final de algún certamen. Ocurrió en Playa Grande, Mar del Plata, cuando un “picado” entre amigos atrajo la atención de unos cuantos curiosos.

En cuestión de minutos, aunque se trataba de un compromiso ciertamente artesanal, con arcos construidos con buzos y sin árbitros, un centenar de espectadores rodeaba a los muchachos dedicándoles gritos de cancha y alguna arenga improvisada.

Así las cosas, la actividad recreativa pronto derivó en algo más. El ambiente ya no era el mismo. Había pierna fuerte, provocaciones e inclusive agresiones. Uno que otro careo.

Hasta que se configuró el escenario propicio para la hecatombe: un extracto del video viral enseña el momento exacto en que dos de los futbolistas de turno se empujan luego de un choque, lo que devino en la intervención del resto y una cadena de reacciones totalmente out of context. El asunto, en resumen, se resolvió a combo limpio a las orillas de la playa. Todo, por cierto, con una orquesta de cánticos de fondo. “¡¡¡Jugadores, la conc… de su madre, a ver si ponen huevo!!!”, se logra escuchar en uno de los fragmentos.

Cosas del fútbol…

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