La escala Cincinnati enseña los síntomas que la persona que sufre un accidente cerebrovascular o sus cercanos deben identificar para asistir a urgencias de inmediato.
Un simple conocimiento le salvó la vida. El animador Leo Caprile reconoció inmediatamente los síntomas de un accidente cerebrovascular (ACV) y tomó la decisión de ir a urgencias. De no hacerlo así, podría haber quedado con secuelas permanentes o, incluso, perder la vida.
“Estoy de pie, tomando sol en mi casa, caminando con mis perros y fui a comprar mis remedios. Pero si ese día (que tuvo el ACV) me hubiera ido a acostar, habría amanecido hemipléjico, con la cara recogida para siempre y con el brazo caído. Habría quedado así solo por mi responsabilidad”, aseguró el locutor a LUN.
Pero, ¿cuáles fueron los síntomas que experimentó Caprile? ¿Cómo identificarlos?
Los síntomas de alerta de que podrías estar cursando un ACV
Una poderosa y simple herramienta para detectar temprano los síntomas de un accidente cerebrovascular es la escala de Cincinnati. Es un modelo preventivo que en cuatro pasos puede ayudar a la persona o a sus cercanos a entender el diagnóstico y recurrir de inmediato a un hospital o clínica.
- F. Por la palabra face (cara en inglés), el primer síntoma se refiere a la caída de un lado de la cara. Puede ser más notorio al sonreír, pues una de las mejillas no se levantaría como la otra.
- A. Por la palabra arms (brazos en inglés), el segundo síntoma de alerta es que las extremidades superiores pueden perder fuerza y puede resultar casi imposible levantar un brazo.
- S. Speech (habla en inglés), la persona afectada por un ACV tendrá dificultades para hablar. Las palabras le pueden salir como balbuceo.
- T. Time (tiempo en inglés), porque el tiempo que transcurre entre los síntomas y la atención médica es fundamental para evitar daños permanentes.
Sobre este último, el neurólogo y académico de la Universidad de los Andes, Ignacio González, le dijo a LUN que “el tratamiento tiene que ser de inmediato. Tenemos cuatro horas y media como máximo para hacer un procedimiento, llamado trombolisis endovenosa, que mejora el diagnóstico posterior”.
De esta manera, la escala de Cincinnati cobra vital importancia, en especial porque, según el médico Víctor Navia, secretario de la Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas, gran parte de los chilenos creen que el dolor de cabeza es un síntoma, no obstante, “uno de cada siete personas no reconocían siquiera uno de los síntomas de ACV. Y de los pacientes afectados, solo el 10% tuvo dolor de cabeza. O sea, no hay que esperar que duela”.
En esta línea, el conocimiento de estos síntomas salvó la vida de Leo Caprile y podría ayudar a miles de personas más que tengan que pasar por esta enfermedad.
“Manejaba esa información y cuando sentí los síntomas inequívocos, tuve que tomar la decisión. Hay que fijarse en la pérdida de fuerza de la mano o la pierna, en si cuesta hablar o cuesta ver. Hay que aprovechar esa ventanita para ir al centro médico. No hay otro secreto, no hay que entrar en pánico para tomar las decisiones correctas”, aseguró el animador.
Él sintió “la cara dormida, como cuando uno sale del dentista con la anestesia aún. Es inequívoco ese hormigueo”.
Según el Ministerio de Salud (Minsal), ante la presencia de uno o más síntomas, se debe llamar inmediatamente al número de emergencias del SAMU (131) o acudir al servicio de urgencias hospitalario más cercano.
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