No cabe duda que Los Bunkers son una de las bandas chilenas más exitosas de la historia. La historia del grupo de cinco muchachos provenientes de Concepción llega esta vez contada para los niños y niñas de la casa con un nuevo libro editado justo antes de navidad.

La periodista Daniela Gómez, que además ha hecho carrera como representante del músico Vicente Sanfuentes y gestora de discos, giras y otros proyectos en torno a la industria, estrena el primero de una serie de cuentos denominados “En un lugar muy cercano - Cuentos de la música chilena” bajo el alero de editorial Planeta Junior.

La idea de esta colección, que parte con un repaso completo de la banda penquista desde su formación hasta la reciente entrada de Cancamusa, es acercar a los chicos a historias que les resulten familiares y cercanas, poniéndo como punto central cómo la música puede transformar vidas y unir a las personas en torno a un sueño común.

El libro incluye ilustraciones a cargo de la artista Estefani Bravo (@estefanicone en Instagram) que ya ha lanzado otras ediciones como el cómic “Por ti, por mí, por todas” (Ril Editores, 2023) y ha ilustrado otras aventuras editoriales.

La publicación, que ya se encuentra en todas las librerías de país y para todo el mundo a través de Buscalibre, cuenta con la aprobación total de la banda que incluso escribió un mensaje a los niños que puede leerse al final del libro en donde además de agradecerles advierten que “la historia aún no termina”.

A días de su lanzamiento, el diario pop conversó con la autora y nos dio detalles de cómo fue llevar a un cuento la historia de una banda que desde el sur de Chile salió a conquistar la música Latinoamericana.

– ¿De dónde nació la idea de llevar la historia de la banda a un cuento?

Lo que pasa es que mi hijo el año pasado tenía 3 años y empezó a escuchar música. Yo creo que, en general, eso pasa cuando a los papás escuchan música, a ellos les gusta lo infantil pero también los grupos que se escuchan en la casa. Eso, añadido a que siempre hemos sido buenos para leer y comprarle cuentos, de repente empecé como a buscar libros de este tipo que que existen, de Frida Kahlo, David Bowie, etc… y busqué sobre música chilena y no encontré mucho. Ahí se me encendió la ampolleta. Se unieron esas dos cosas y mis ganas de contarle esta historia a mi hijo y dije ‘ya, voy a hacer este proyecto’. Me enamoré de la idea.

– ¿Cómo fue resumir una carrera como la de Los Bunkers?

Sintetizar tanta historia fue uno de los mayores desafíos. Habían tantas cosas entretenidas que yo decía ‘Oh, esto hay que contarlo’ y claro había que ir eligiendo qué poner y qué dejar fuera para que fuera adecuado para niños pequeños también. Lo hice con mucho respeto hacia los niños y hacia la banda. Investigué y leí harto, vi muchas entrevistas y con todo esa información resumir muy concisamente los puntos que consideré claves.

– ¿La banda estuvo involucrada en el proyecto?

Cuando se me ocurrió la idea, casi al principio me comuniqué con ellos para ver si estaban de acuerdo. Respeto mucho el trabajo de los músicos y para mí era muy importante que ellos aprobaran esta idea. Les gustó por suerte y, más que entrevistarlos para el proyecto, me apoyé harto en el libro de Mauri Duran (Canción para mañana, memorias de Los Bunkers - Planeta 2022) que me sirvió mucho. De vez en cuando les mandaba avances para ver qué les parecía y la versión final la revisamos juntos.

– Hay momentos buenos y momentos tristes como en toda historia, ¿Cómo fue abordarlos?

Yo creo que hay dos momentos bien bien difíciles que son cuando la banda toma el descanso y cuando es la salida de Mauro (Basualto, baterista histórico de la banda). Esas situaciones, que obviamente para los seguidores no fueron positivas, tenían que ser parte. También, al principio, y ellos lo han dicho en muchas entrevistas, que sabían que tenían que trabajar mucho, como lo veían con sus papás, para lograr lo que querían y eso se cuenta también. Todas esas cosas son parte de la historia de Los Bunkers y son parte de lo que son ellos.

– Las ilustraciones del cuento son de la artista Estefani Bravo, ¿Cómo llegaste a trabajar con ella?

Ella fue fundamental. Yo tenía una idea de libro y aunque no soy ilustradora y no tengo ningún talento en ese sentido, en mi cabeza existía cómo quería que fuera y llegué a Estefani casi por azar. No nos conocíamos ni teníamos gente en común pero cuando llegué a su Instagram me gustó mucho lo que hacía. A ella le gustó la idea y empezamos a trabajar. Estaba destinada a ser la persona que ilustrara el cuento. Nos entendíamos bien, incluso en los detalles como que aparezca la insignia de la Universidad de Concepción o algunos obreros silbando. Lo que ella propuso también fue lo preciso y era cómo yo me lo imaginaba. Cuando le mandé las primeras imágenes a la banda fue como ‘‘¡Wow, nos gusta!’.

– Este es el primer libro de una colección, ¿Has pensando en que bandas chilenas podrían tener un cuento?

Sí pues, tengo muchas muchas ideas, muchos nombres en la cabeza pero tengo un par de nombres en particular con los cuales ya me acerqué a conversar y estoy trabajando aunque eso está muy en pañales aún. Pero sí, ya estoy trabajando en lo que viene y me tiene muy entusiasmada.