Una peculiar batalla legal se está dando en Estados Unidos, cuando una mujer encontró a su hijo navegando en un viejo computador por sitios de contenidos para adultos. Alega que las páginas no están haciendo el trabajo necesario para impedir el acceso de menores de edad.
Las pulsiones adolescentes de un joven de 14 años han puesto en aprietos a una serie de sitios pornográficos, luego de que una preocupada madre decidiera interponer una demanda contra estos sitios para adultos debido a que estos permitieron ingresar a su hijo sin ningún problema.
La historia se remonta al 2024, con la familia formada por la madre, conocida en la demanda como Jane Doe y su hijo Q.R., un adolescente de 14 años, quien tenía una relación aparentemente distante con el contenido pornográfico.
Su madre vigilaba constantemente el contenido que su hijo consumía en sus dispositivos digitales a través de servicios de control parental, conversaciones y uso limitado de estos mismos, precisamente para evitar que este llegara a fotografías y videos que considera dañinos para el desarrollo mental de cualquier adolescente.
Pero un día, el joven Q.R. encontró dentro de un closet, un antiguo laptop, desechado por su madre hace años, pero que aun funcionaba. Desde allí y de manera incógnita, entró de manera indiscriminada a páginas como Chaturbate, Jerkmate y Hentaicity. Hasta que fue descubierto por su madre, lo cual no solo le valió una reprimenda a él como hijo, sino que a la industria del contenido para adultos en su conjunto.
El tema es que el estado de Kansas ya había aprobado una ley en la cual se obligaba a los sitios web a certificar la edad de quienes ingresaban en caso de tener contenido “dañino para menores”, que en este caso, incluye contenido sexual y desnudos. Esto, para ir más allá de la fácilmente superable barrera de contestar sí o no, o bien, colocar cualquier fecha de nacimiento. Claramente estos sitios no lo habían implementado.
Es por eso que esta madre, junto a el grupo antipornografía Centro Nacional de Explotación Sexual (NCOSE, por sus siglas en inglés) se unieron para exigir una verificación de edad real y además, compensar los daños causados, ya que afirman que el joven de 14 años ha sufrido “dolor, sufrimiento, discapacidad, desfiguración y angustia mental; daño psicológico; pérdida pasada y futura del disfrute y placer de la vida”, además de querer cubrir los gastos pasados y futuros de atención médica y tratamiento necesarios.
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