Kirill Tereshin es el nombre de un luchador de artes marciales mixtas que no destaca por sus habilidades en el octágono. Con más de 300 mil seguidores en su cuenta de Instagram, este combatiente conocido como "el Popeye ruso" destaca por sus abultados triceps.

Pero el peculiar tamaño de sus brazos, que aumentó inyectándose una mezcla de aceites, fármacos y alcohol behenílico, pone en riesgo su vida. De ahí que recientemente dio a conocer que se someterá a una tercera cirugía.

Según los doctores, este exsolado de 25 años corre riesgo por las complicaciones asociadas a las toxinas en su cuerpo. "Una sustancia tóxica en el cuerpo puede complicar en el largo plazo a los riñones y llevar a la muerte", explicó el cirujano Dmitry Melnikov al portal East2West.

Obviamente sus músculos falsos no le entregan ninguna clase de ventaja en sus combates. De hecho, estos han llegado a fisurarse durante peleas recientes.

"Pronto voy a tener una tercera cirugía muy complicada", dijo Tereshin. "No sé como va a terminar. Agrandé mis brazos cuando tenía 20 años debido a mi propia estupidez. No pensé en las consecuencias", puntualizó.

De acuerdo al "Popeye ruso", su sistema inmunológico está lidiando con la inflamación. No obstante, desconoce qué es lo que sucederá en el corto plazo.

"Por eso comencé a tener mis cirugías, para librarme de esta pesadilla", dijo.

Por ahora se desconocen las consecuencias adversas que tendrá que enfrentar tras su tercera cirugía.