¿Por qué no nos gusta que celebren nuestros cumpleaños?

La ansiedad social, el miedo al fracaso, no conseguir metas, la timidez, entre otros motivos, son los que provocan que algunas y algunos odien esta fecha.

Todos los años vivimos los mismos rituales, la torta, el “Feliz cumpleaños”, los regalos, para celebrar otro año de existencia. Para algunos una fecha que se espera para reunirse con los seres queridos, mientras otros tratan de pasar desapercibidos, si eres de estos últimos te explicamos el motivo del porqué sientes esta animosidad.

Son diferentes factores, cosas que pasan van más allá de ese momento incomodo donde te cantan “Feliz cumpleaños” y no sabes cómo reaccionar, así es no eres el único.

Lucia Montesi, psicóloga clínica y psicoterapeuta, explicó que hay muchas razones para esta aversión y que no es malo sentir eso. Personalidad, tu historial, podrían ser algunas de los factores explicó al medio Vice.

“Suscitan emociones, expectativas, reflexiones y decepciones. Son como una prueba para la condición emocional y las relaciones de las personas en un momento dado de sus vidas” inició Montesi.

Y claro, los cumpleaños suelen ser un punto de inflexión entre tu pasado, presente y futuro, y cuando estas metas planteadas no cumplen nuestras expectativas pueden llegar a producir emociones negativas hasta síntomas de depresión.

Igualmente podrías acordarte de “tus cumpleaños en una infancia difícil o el desafiante ambiente familiar que viviste en casa” aclaró Montesi. También acordarte de algunas relaciones difíciles de tu vida o tus pocos lazos cercanos en el momento.

Otro caso es el miedo a envejecer, “nuestra cultura exagera la importancia de la juventud, la belleza y la eficiencia como criterios que definen el valor de una persona y su facultad para ser apreciada o incluso amada... Por ello no es de extrañar que no puedas concebir el envejecimiento, cuya inevitable progresión se hace evidente por los cumpleaños, como un proceso normal”.

Este profundo miedo a volverse viejo va ligado a las metas que queremos cumplir, a los 25 años salir de la “U”, a los 30 casarse, a los 35 tener hijos y así sucesivamente, pero no hay que achacarse, pues todos tenemos nuestros propios ritmos, hay que recordar eso, nada está predeterminado, la comparación a la larga puede ser un proceso doloroso enfatizó Montesi.

“A menudo, las cifras redondas nos dan la ilusión de un objetivo o un umbral, aunque en realidad son solo eso, números” dijo la psicóloga.

“Nuestras propias y verdaderas satisfacciones y aspiraciones a menudo van en una dirección distinta (del parámetro social), a un ritmo diferente o con prioridades diferentes. A pesar de esto, suele resultarnos difícil pensar en nuestros auténticos sentimientos, deseos y expectativas, y tendemos a enfocarnos más en lo que los demás esperan de nosotros o en cómo pueden juzgarnos”.

Lo otro puede ser que simplemente no quieres ser el centro de atención, el “florerito de mesa”, puede ser que seas algo tímido o muy tímido, o eres muy sensible y no te guste tanto estimulo.

“Algunas personas necesitan sentirse siempre en control y es posible que no les gusten las sorpresas o la idea de que su fiesta no tenga éxito” son otros puntos claves.

Asimismo, tal vez no estés pasando por un buen momento y simplemente no quieras celebrar, ya sea porque perdiste un ser querido, no lo pasas bien en el trabajo, te peleaste con alguien, etc.

Igualmente tanta reunión de personas te pueda provocar ansiedad social o peor juntar a varios grupos de tus amigos y que no se pesquen, de este modo, el cumpleañero debe “moderar” entre los distintos grupos, un quehacer agotador.

Y por último, pero no menos importante, el miedo a la decepción, en una de esas no te importa recibir un saludo, no estás ni ahí, pero en el fondo si no recibes esa muestra de cariño de tus amigos o familia cómo lo deseas también puede provocar un problema.

“Incluso las personas a las que no les importa que sus amigos y conocidos les deseen un feliz cumpleaños pueden esperar atención especial de ciertas personas específicas que son importantes para ellas”

Para concluir, lo importante es sentirte bien contigo mismo, más allá de cualquier código social o costumbre, lo importante es tu propio bienestar.

“Ya sea que celebres o no, lo pases solo o con gente, lo disfrutes al máximo o hagas algo para que pase lo más rápido posible, lo importante es que trates de escucharte a ti mismo y aceptar lo que sientes”, aconsejó Montesi.

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