El Hospital Clínico de Chillán confirmó que el fallecimiento del niño de siete años fue provocado por una bacteria llamada Streptococcus pyogenes. La infección le habría provocado un shock séptico severo refractario.

Según informó la institución, los síntomas del menor habrían comenzado el 10 de abril. A raíz de ello, fue trasladado a un Cesfam, pero al sospechar que podía estar cursando una meningitis, lo derivaron al hospital. Ahí el médico descartó el diagnóstico y le indicó reposar en casa y tomar algunos medicamentos.

No obstante, la seremi de Salud del Ñuble, Ximena Salinas explicó que al día siguiente, los padres del niño observaron que “tenía inflamación en uno de sus ojitos y estaba con orina de color hemorrágico”. Lo llevaron a urgencias, donde falleció después del mediodía del pasado domingo.

Qué es el Streptococcus pyogenes y cuáles son sus síntomas

Esta bacteria también es conocida como Estreptococos del grupo A (EGA). Tiene la capacidad de provocar distintas enfermedades, entre ellas, faringoamigdalitis, aunque los cuadros suelen ser leves. Solo en algunos casos, los pacientes suelen agravarse.

El contagio es a través de las gotitas que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o comparte alimentos y bebidas con alguien sano. El paciente también puede infectarse si toca una superficie contaminada y luego se lleva las manos a los ojos, nariz y boca.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, estas bacterias son altamente contagiosas y la persona enferma puede comenzar a experimentar síntomas entre dos y cinco días después de la exposición.

Los síntomas a los que hay que estar atentos, en especial en menores de edad, son:

1. Fiebre.
2. Dolor al tragar.
3. Dolor de garganta que comenzó muy rápidamente y garganta que se puede ver enrojecida.
4. Amígdalas enrojecidas e hinchadas.
5. Manchas o placas de pus en las amígdalas.
6. Puntitos rojos en el paladar, llamados petequias.
7. Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.

Además, el mismo centro explicó que “no es común que ocurran complicaciones graves”, aunque los menores de edad son más vulnerables a infectarse.