
Review: Mario Kart World es una bienvenida rápida y furiosa a la Switch 2
El juego de lanzamiento que acompaña a la nueva consola de Nintendo no solo es un triunfo ambicioso dentro de la misma franquicia, sino que debiese ser un pequeño acercamiento a todo lo que Nintendo puede lograr con un nuevo hardware mucho más poderoso.

El paso del tiempo nos ha demostrado que a Mario le ha ido mucho mejor como conductor de vehículos que en su carrera de plomería. La serie de Mario Kart es por lejos la franquicia más exitosa de Nintendo y como muestra está Mario Kart 8 Deluxe en su versión de Switch, la cual ha vendido más de 68 millones de unidades en el mundo, lo que significa que prácticamente una de cada dos dueños de una Switch tuvo el juego. Una locura.
De allí que no fuera sorpresa que Nintendo escogiera a Mario Kart como juego de lanzamiento para su nueva consola, la Switch 2. Y tampoco sería sorpresa que es el juego con el cual inició una nueva política de precios para sus títulos: Mario Kart World es un juego que cuesta 90 mil pesos, que es lo más caro que la compañía ha lanzado por un título que no es una edición de coleccionista o que incluya accesorios necesarios para jugarlo.
Entonces, llegar a Mario Kart World requiere de una gran inversión: necesitas una consola nueva que en Chile está sobre los 600 mil pesos y además comprar un juego que puede salirte sobre 90 mil pesos. No es algo fácil. Y si bien la conversación sobre el precio de la consola vamos a tenerla más adelante, quiero centrarme en Mario Kart, en las razones por las que Nintendo podría haber aumentado el precio y si realmente es solo un intento por aprovecharse de sus fans o si hay real valor en la propuesta.

Quiero comenzar esta reseña diciendo algo innegable: Mario Kart World es la mayor evolución que ha tenido la franquicia en toda su historia. Si bien cada juego ha incluido algún tipo de cambio como por ejemplo la llegada de nuevos vehículos, pistas que van bajo el agua o vehículos que llevan dos personajes, Mario Kart World es la primera evolución realmente significativa de la franquicia desde que el Mario Kart DS introdujo por primera vez un modo online.
El juego está diseñado, presentado y estructurado de una forma tal de que no sea igual a nada de lo que has jugado antes en la serie, pero también siendo lo suficientemente amable con los jugadores casuales para poder tomar el control y poder divertirte.
Y es que su mayor innovación no está en sus nuevos autos, sus decenas de personajes o sus nuevos items, sino que todo lo que ocurre en Mario Kart World es parte de un único y gran mundo abierto interconectado, donde cada pista, además de existir por si sola, posee caminos que llegan hacia ella y se conectan como una gran red de escenarios, creando un mundo persistente nunca antes visto en la serie.

Por supuesto, la idea de un mundo abierto en un juego de carreras no es nueva, la hemos visto en juegos como Forza Horizon o Burnout Paradise, pero hacerlo en Mario Kart requiere un poco más de imaginación y potencia. Los juegos antes mencionados son basados en la realidad, por lo tanto, recrear ciudades o biomas de países es una tarea técnicamente impresionante, pero artísticamente relajada.
En Mario Kart World el desafío es crear un mundo interconectado y persistente en el cual coexista una pista que es un cine embrujado, un parque de dinosaurios, un paseo por la sabana africana, una pista de nieve y un castillo volador lleno de lava.
Es también un desafío técnico, ya que como revelaron sus desarrolladores, Mario Kart World iba a salir originalmente para la Switch original, pero rápidamente se dieron cuenta de que la máquina simplemente no podría generar un mundo así de grande y lleno de detalles.
Esto es importante porque Mario Kart World funciona como evolución creativa en la franquicia pero también como evolución técnica, demostrando lo que es posible con la nueva Switch 2: no solo tenemos este mundo abierto sino que además ahora las pistas tienen espacio para 24 corredores, tanto controlados por la CPU como en línea, sin que en ningún momento caigan sus 60 cuadros por segundo, corriendo en resolución 4K y con despliegue total en HDR. Pero eso es lo mínimo que uno puede pedir, que el juego crezca.

La existencia de este mundo abierto afecta directamente en lo que son sus tres modos de juegos principales: Grand Prix, Supervivencia y Paseo Libre.
Grand Prix es el modo de Mario Kart tradicional: 8 copas, 4 carreras cada una, el que saca más puntos gana, ojalá, una copa de oro. El tema es que por primera vez, y para muchos de manera polémica, Nintendo optó por modificar la fórmula del Grand Prix y ahora si bien siguen habiendo 32 pistas, el modo no se trata de dar tres vueltas a cada pista, sino que la carrera incluye el camino con el que hay que llegar a la pista. Es decir, son trayectos que van en línea recta, de un punto A a un punto B, lo que hace que sea más parecido a un rally que a un juego de carreras tradicional.
Y la gracia de este formato es que puedes sentir un mundo mucho más vivo y experimentar el viaje como si fuera una suerte de atracción en un parque de diversiones. Porque lo que antes eran 3 vueltas en una pista que, por ejemplo, imitaba ser un parque de diversiones, un estadio o una máquina de pinball, ahora es una ruta que conecta una pista, como puede ser la Fábrica de Toad con el Castillo de Bowser, la que culmina con una sola vuelta en el lugar de destino para definir quien gana.
El mundo en Mario Kart World posee varios biomas: hay un sector oscuro y con lava, un bosque, un desierto, un lugar nevado, una ciudad costera, una isla, y varios más, y en cada Grand Prix vas a pasar por al menos dos o tres de ellos. Y yo siento que es un cambio para mejor, porque las pistas se hacen más variadas, el juego es algo más impredecible y además se ve que está diseñado para que el caos de sus 24 pilotos al mismo tiempo estalle en pequeños intervalos. Además, hay momentos en los que, por ejemplo, verás una explosión al llegar a una pista, lo cual es mucho mas espectacular si pasa una vez que verlo repetido tres veces como parte de una meta.
Esta filosofía de diseño ya la habíamos visto en algunas pistas del DLC de Mario Kart 8 Deluxe, en particular con las pistas que vienen de Mario Kart Tour, donde cada vuelta era distinta a la anterior generando aunque fuera por un breve momento, una sensación de viaje más que de carrera. Acá eso existe todo el tiempo y es increíble.

Pero el modo que mejor lo explota es mi nueva obsesión, llamada Supervivencia. De nuevo, son 24 corredores, pero en vez de 4 son 6 pistas corridas de manera ininterrumpida, es decir, vas de un lado a otro del mapa sin parar por puntos ni nada, es una carrera sin descanso. Y para darle más sabor, en 5 de sus 6 checkpoints, la cantidad de corredores se va reduciendo en cuatro. Es decir, los 4 últimos de cada sector de la carrera, se eliminan, como si fuera un battle royale. En el último segmento solo quedan 4 y entre ellos se define el ganador.
Este modo para mí es una prueba de los nuevos modos de juego que pueden surgir de una franquicia que por décadas ha permanecido prácticamente intacta en su fórmula, pero al integrar este mundo abierto, se permite armar estos paseos frenéticos, llenos de acción y velocidad. El modo supervivencia puede jugarse tanto en casa, con corredores manejados por la CPU, pero también en línea, donde uno puede sentir el cómo cada conductor lucha por no ser eliminado en alguno de los momentos.
Mi único problema con Supervivencia es que solo incluye 8 Rallys, y el juego tiene todo como para poder hacer tus propios rallys, eligiendo los 6 puntos de unión de la ruta, porque al estar todo conectado, debería ser muy fácil armar lo que uno quiera. Quizás llegue como una actualización, no es la última vez que Nintendo cambia a medias un Mario Kart, pero así como está ahora, me gusta mucho el modo, aunque solo 8 rallys hace que se sienta un poco repetitivo teniendo tanto potencial.

Potencial que uno ya ha visto en el modo de Paseo Libre, que como lo indica su nombre, es la manera con la cual puedes pasar tranquilamente tu tiempo en el mundo abierto de Mario Kart World. Aparentemente es algo que no tendría mucho sentido, más allá de tener un espacio para practicar, familiarizarte con los escenarios y simplemente ver el mundo que construyó Nintendo, pero como buen juego de la compañía, el mundo de Paseo Libre está lleno de secretos, desbloqueables y desafíos de conducción que aparecen al presionar alguno de los P Switch ocultos por todo el mapa. También hay unas monedas ocultas de la Princesa Peach y unos paneles distribuidos por todas las zonas del mapa.
Por lo general el premio por pasar cada desafío es obtener un sticker, el cual luego puedes usar para personalizar tu vehículo y tu identidad en el modo online, pero sabemos que su verdadera razón de estar es para que los que somos maníacos por recolectarlo todo, nos entretengamos un rato bastante largo para sacar el 100%. Algunos de los desafíos son bien fáciles, y otros más complicados, pero por lo general incluyen pasar por una serie de anillos hasta llegar a una meta. Este modo es estrictamente para un jugador, aunque puedes hacer uso del Paseo Libre mientras esperas por una partida online, aunque sin la posibilidad de hacer los desafíos por los stickers.
Paseo Libre puede ser un tanto frustrante para nuevos jugadores, debido a que no posee ningún tipo de guía sobre lo que deben hacer, ni un mapa con la ubicación de lo que has descubierto ni nada parecido que todo mapa de su tipo debe tener. En ese caso, queda bastante al debe con otros modos similares, por lo que si bien es divertido, está lejos de ser un modo central sino más bien un divertimento pasajero.

Y eso que aún no hablamos del juego en sí, y es porque tal vez a pesar de tanto cambio en su mundo, Mario Kart World sigue siendo, en esencia, un buen Mario Kart, que ahora luce mejor que nunca. Decenas y decenas de personajes y muchos trajes dan la variabilidad necesaria para aguantar las 24 personas por pista que ahora tiene cada carrera. Las pistas son más anchas y el balance entre items que destruyen y los que te hacen avanzar más rápido está bien hecha. De hecho la concha azul aparece como una vez por track, así que aprenderás a odiar al rayo, por ejemplo, cuyo efecto paralizador es más grande. Hay items nuevos como una concha que va dejando monedas por el camino o un bloque de monedas que hay que golpear repetidamente, pero ninguno cambia el gameplay de manera importante.
También se agregó la posibilidad de saltar hacia rieles, al estilo Tony Hawk y hacer trucos, saltar de un lado a otro y hasta manejar por las paredes, lo cual es clave para tomar ciertos atajos, aunque su ejecución es bastante precisa, por lo que no esperen que desde la carrera 1 veamos autos volando por los aires. Pero cuando sale, es muy satisfactorio.

¿Y la música? Increíble. Colosal. Un gran hito en la serie la verdad, con cerca de 200 canciones que van desde composiciones originales hasta remixes de distintas canciones de la saga de Mario, no solo Mario Kart. A veces te puede sorprender una versión instrumental de un tema de Mario Paint, de Yoshi’s Story o los créditos de Mario Kart Wii.
Estas canciones aparecen como una lista que no para de sonar cuando vas en los caminos que conectan dos pistas y que no tienen sus propias melodías, pero la solución de crear esta suerte de radio Nintendera fue todo un éxito.
La pregunta que cabe responderse entonces es por el valor del juego, y detrás de todo el esfuerzo de Nintendo por darnos un juego de una escala masiva, con un volumen absurdo de canciones, decenas de trajes y una rejugabilidad prácticamente ilimitada, es siempre algo de perspectiva.

Porque claro, juegos como Super Smash Bros. Ultimate fueron lanzados con un nivel de producción similar a un precio más económico, pero para la edición completa necesitabas adquirir dos pases de batalla lo cual sube el precio de los juegos.
Y lo cierto es que claro, a través de herramientas como pases de temporada, DLC, versiones deluxe, etc, de cierta manera ya llevamos pagando lo que nos piden por Mario Kart World aunque en diferido. Si el precio te sigue pareciendo demasiado al valor que una experiencia como Mario Kart puede entregar (porque si solo vas a jugar los Grand Prix, ese contenido se te puede ir en una tarde) entonces no hay nada que pueda hacer para convencerte de lo contrario.
Pero por eso no podemos negar que en escala, personalidad, diseño y sobre todo evolución de una franquicia que ya ha estado en 9 consolas haciendo más o menos lo mismo, el salto de Mario Kart World es una ventana a lo que podrá hacer Nintendo con la Switch 2 y que por culpa del hardware anticuado de la anterior ya no podía aspirar más alto.
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