La nueva entrega deslumbra con gráficos de última generación y un modo carrera profundo, pero su realismo puede ser un muro para quienes no lo han disfrutado en el pasado. Por suerte, su renovado modo arcade abre la pista a una experiencia más accesible y disfrutable, aunque no por eso es más fácil así como así.
Mi primera experiencia con MotoGP 25 fue francamente decepcionante. No por alguna falencia del videojuego, que es sencillamente espectacular en términos visuales y bastante claro en su jugabilidad, sino que por mi completa incapacidad para controlar bien la motocicleta y seguir la perfección requerida para tomar las cuervas y mantener la velocidad al nivel óptimo.
Mucho de lo anterior se debe al hecho de que este fue mi primer MotoGP en mucho, pero mucho tiempo, pero al mismo tiempo se debió porque su propuesta de juego representa mi talón de aquiles. Es decir, agarrarle la mano a las curvas representó el mayor desafío en mi experiencia inicial, por lo que emprender carrera y quedar último fue pan de cada vuelta.
En ese sentido, si algo se ha criticado en esta saga es justamente su foco en el realismo de su simulación. Frenar de forma inadecuada o un giro muy brusco en un ángulo de inclinación incorrecto simplemente representan la catástrofe que implica pasar más tiempo cayendo de la motocicleta que disfrutando de la carrera.
Pero mucho de lo anterior tiene algo de solución aquí porque el juego incluye un nuevo “modo arcade” que aleja a la propuesta del realismo y el foco profesional, que de todas formas sigue disponible para quienes quieran el mayor desafío.Pero lo importante es que MotoGP 25 se instala como una opción mucho más amigable para quienes no somos expertos en motociclismo virtual.
Obviamente, y siguiendo la base del deporte, en el nuevo modo igual hay que mantener las distancias en el frenado y las líneas de carrera por las partes óptimas de la pista, pero su propuesta es mucho más accesible que una simulación que siempre buscará y premiará a la perfección que a muchos nos cuesta conseguir.
Lo mismo ocurre con la dificultad, ya que el jugador la puede asignar de acuerdo a las preferencias o optar que el propio juego la vaya adaptando carrera a carrera. Eso último no me pareció muy adecuado para mi nivel, pero claramente es una opción para cualquiera que quiera un desafío que se vaya complicando con cada mejora personal.
Más allá de lo que ocurre en pista el juego cuenta con un robusto modo carrera que cuenta con un abanico de opciones de personalización que permiten adaptar la temporada a la medida de cada jugador. No solo se pueden disputar campeonatos completos o parciales, o seguir una ruta de ascenso hasta la división máxima de MotoGP, sino que también se pueden disfrutar de carreras sprint y todo el proceso de clasificación para tener una tanda de competencia lo más completa posible.
En el camino, el juego también permite elegir a un rival, lo que afecta directamente a las recompensas de las carreras, definiendo la reputación y el propio proceso de desarrollo para crecer en el mundo motoquero. Es decir, el videojuego permite entrar de lleno en una experiencia total para dominar el terreno de las dos ruedas.
Lo mismo se traslada a la propia afinación de la motocicleta, ya que cada carrera es seguida por un resumen ingenieril que permite ir ajustando la máquina en base a nuestras preferencias o, lo que terminó pasando en mi caso, dejarlo todo en mano del equipo.
Y aunque obviamente aquello es ideal para los puristas y los seguidores de las carreras en la vida real, el juego no se olvida de dar un poco más de soltura, ya que entre sus modos también se incluye una modalidad “Race Of” que permite disputar carreras con máquinas estilo minibikes, motards y flat track. No es algo que esté disponible de forma amplia, pero es una característica ideal para disfrutar las carreras de una forma diferente al nudo central que a todos les importa con este videojuego.
Además de las mejoras en la jugabilidad y el modo carrera, MotoGP 25 incorpora avances técnicos significativos que elevan la experiencia visual y sonora mientras avanzamos por las pistas. Gracias a la implementación del Unreal Engine 5, los gráficos alcanzan un nivel de realismo de primer nivel, con detalles meticulosos en las motos, los circuitos y las condiciones climáticas. Todo eso es coronado por un trabajo excepcional en el ámbito sonoro.
También hay que agregar que el juego ofrece una amplia gama de opciones para que los jugadores expresen su estilo único, creando su propio piloto para encaminarse en una carrera nueva hacia el campeonato. Desde editores de cascos y números de carrera hasta emotes de podio, las posibilidades de personalización son extensas, lo que sigue el impulso que este videojuego busca concretar para que cada jugador se sienta a gusto.
Solo queda remarcar que MotoGP 25 es una entrega accesible y, a la vez, muy completa para todos los fanáticos del motociclismo deportivo. Y si no han disfrutado de la franqujcia en los últimos años, como me ocurrió a mi, es un excelente punto de partida para subirse a la MotoGPneta... y sufrir con ella.
MotoGP 25 ya está disponible en Windows, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch, aunque esta última está excluida del juego cruzado entre el resto de plataformas.
