Se cansó de su vecino que escucha reggaetón y creó una máquina para atacar su parlante

Se cansó de su vecino que escucha reggaetón y creó una máquina para atacar su parlante
Se cansó de su vecino que escucha reggaetón y creó una máquina para atacar su parlante

Un joven argentino creó una máquina capaz de detectar letras de reggaetón para atacar al parlante de donde proviene la música e intentar detenerla.

Si has tenido o tienes un vecino molesto, sabes lo incómodo y frustrante que puede ser. Y es que existen personas que no saben convivir en comunidad y no les importa molestar al resto con olores o ruidos desagradables.

Algo así le pasó a Roni Bandini, un joven argentino que se cansó de su vecino reggaetonero que insistía en poner su música a todo volumen. Agotado de continuar escuchando canciones de perreo, se puso manos a la obra y elaboró un curioso dispositivo que atacaría al parlante para detener la música por completo.

Así es cómo funciona.

Se cansó de su vecino que escucha reggaetón y creó una máquina para atacar su parlante
Se cansó de su vecino que escucha reggaetón y creó una máquina para atacar su parlante

Reggaeton Be Gone, la máquina que detecta el reggaetón y apaga la música

Bandini creó una máquina a la que bautizó como Reggaeton Be Gon. El joven logró programar y ensamblar este dispositivo, cuyo objetivo es apagar o “aunque sea molestar” al reggaetón que suena en parlantes de Bluetooth cercanos.

Según explicó en su página de Medium, la máquina utiliza Inteligencia Artificial para lograr detectar cuando en un parlante está sonando este tipo de música y así reconocer su objetivo de ataque.

Aunque sus explicaciones son más técnicas, en simples palabras, el artefacto “aprendió” a reconocer una canción de reggaetón por sus características y, una vez detectado el parlante, lo satura con señales para interferirlo y, en el mejor de los casos, apagarlo.

El joven puso a prueba su experimento: “Pared de por medio, el dispositivo no llegó a desconectar su parlante, pero generó suficientes interferencias al punto en que el vecino cambió la ubicación. Definitivamente no es un éxito, pero tampoco una derrota”.

“Si lo patentas y produces en masa, te compro 10. Pon el precio que quieras”, le escribió un usuario en la publicación de X donde dio a conocer el peculiar producto.

Los comentarios comenzaron a llover, y es que parece ser que esta situación de vecinos molestos es más común de lo que se cree.

“Y así un solo hombre le mejoró la calidad de vida a media Latinoamérica”.

Puedes ver el post original aquí.

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