Una alarmante situación se reportó esta semana en un supermercado de Romeral, la cual llevó a que la Seremi de Salud de la Región del Maule confiscara cerca de 1.200 kilos de pollo en mal estado.

No solo por este último punto, sino que también porque la carne había sido sumergida en agua con cloro.

Esto, con el objetivo de quitar el mal olor que emanaban los alimentos.

Aquello puso en riesgo la salud de las personas que compraron y consumieron las piezas, por lo que los especialistas han recomendado acudir inmediatamente con un profesional médico en caso de haber ingerido de ese pollo.

Según un comunicado de la Clínica INDISA que fue compartido a este medio, el consumo de alimentos en mal estado puede desencadenar múltiples signos, mientras que los más comunes son los de una intoxicación alimentaria.

Entre estos últimos se encuentran: malestar estomacal, diarrea y vómitos.

El doctor y jefe de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) del citado establecimiento, Sebastián Ugarte, afirmó que “suelen manifestarse horas o incluso días después de ingerir un alimento contaminado”.

“Es importante estar atentos a cualquier signo de malestar después de consumir alimentos, para identificar posibles riesgos para la salud y buscar atención médica si es necesario”, enfatizó el profesional de la Clínica INDISA.

Junto con ello, precisó que las personas con enfermedades previas o con mayor riesgo podrían enfrentar cuadros graves de deshidratación.

Cuáles son los síntomas de haber ingerido cloro y qué se debe hacer

Las personas que consumieron esta sustancia de forma accidental pueden presentar signos en distintas partes del cuerpo.

En este sentido, Ugarte explicó que la ingesta de cloro puede manifestarse en dos ámbitos.

• En el sistema gastrointestinal: se pueden observar síntomas como sangre en las heces, quemaduras en el esófago, dolor abdominal intenso y vómitos que, en ocasiones, presentan sangre, entre otros.
• A nivel sanguíneo: la intoxicación con cloro puede ocasionar un cambio significativo en el nivel ácido de la sangre, lo que conduce a daño en varios órganos del cuerpo. Además, a nivel del corazón y vasos sanguíneos, puede desencadenar un compromiso circulatorio.

Por tales motivos, recalcó que “es crucial buscar asistencia médica de inmediato en caso de una intoxicación por cloro”.

“No se debe provocar el vómito a menos de que así lo indique el centro de toxicología o un proveedor de atención médica, ya que esto podría empeorar la situación”, agregó el jefe de la UPC.

Si una persona consumió cloro —ya sea a través de un alimento o de forma directa— , “se recomienda darle agua o leche de manera inmediata, a menos de que su médico indique lo contrario”.

Sin embargo, el experto hizo hincapié en que “es importante tener en cuenta que no se debe suministrar leche ni agua si el paciente tiene dificultad para tragar, vómitos, convulsiones o disminución de la lucidez mental, ya que esto podría agravar”.

En caso de que se presenten síntomas tras haber consumido cloro u otra sustancia tóxica, es clave que se busque atención con un doctor o en urgencias lo antes posible.

Bajo esa línea, desde la mencionada clínica recuerdan que tienen urgencia disponible 24/7 tanto en Providencia como en Maipú.

Y en cuanto a si se podrían presentar efectos que perduren de forma permanente en los pacientes que hayan consumido cloro, el doctor Ugarte explicó a este medio que “es crucial comprender que, con el tratamiento adecuado, los efectos a largo plazo suelen ser mínimos en la mayoría de los casos”.

“No obstante, en situaciones de exposición grave o falta de tratamiento oportuno, existe la posibilidad de que persistan problemas respiratorios significativos o incluso daño a órganos vitales como el hígado”, agregó.

“Por ello, enfatizamos la importancia de consultar oportunamente a un médico, seguir rigurosamente las indicaciones y recomendaciones de los especialistas para minimizar así cualquier daño permanente y favorecer una pronta y completa recuperación”.