Tras unas semanas de pausa, Filete urbano vuelve con las mejores recomendaciones para llevarlas a tu playlist. En esta ocasión la zona sur del país nos entrega un variopinto de exponentes. Comenzando con el reggaetón de la mata del valdiviano Lil Ceo, el cúmulo emocional de la lautarina Kuina y el frenesí del magallánico Alwi.

Lil Ceo: el businessman del Calle Calle

Con cuatro años de trayectoria y comenzando su carrera tras un concierto de Pablo Chill-E en su ciudad que lo motivó ha hacer ruido. Este cuenta con un abanico entre el reggaetón y el trap, y dueño de un chanteo que quisieran muchos.

¿Su misión? Revivir el reggaetón de la vieja escuela y “vivir de la música”. Sus influencias pasan desde actos modernos como Myke Towers, Jhay Cortez, Rauw Alejandro, Lil Pump, Xxxtentacion, Lil Xan hasta viejas glorias de la talla de Héctor & Tito, Jowell & Randy y Chencho & Maldy.

Canción clave: “Pekeño empresario”

Su último sencillo “Pekeño empresario” ha gozado de gran popularidad vía redes sociales y mucho más tras la reacción del popular streamer Jhay Mendez, un registro que en Tiktok supera los 40 mil likes.

Un tema muy al estilo Musicólogo y producido por Almighty Chiko. Perreo que demuestra la estampa de CEO. Y ojo, que se viene el remix con Sinaka, otra figura promisoria.

El mundo infantil y melancólico de Kuina

Desde La Araucanía tenemos a Kuina, a primera escucha su obra refleja sus vivencias y sentimientos: el enojo, la rabia, la pena y la nostalgia. Sumado a un aura infantil de pronto y acompañado de ese imaginario provinciano.

Un trabajo en el que colaboran los productores Viangogh y Nass G, escultores del sonido de la sureña y logrando crear una propuesta “única y auténtica”.

Hace poco lanzó su EP En el cielo viven los serafines, compuesto de cinco tracks llenos de tristeza, disidía y enfado. Aunque reveló a nuestro medio que dará vuelta la página y cambiara el mood en sus próximos proyectos, siendo “más rápidos y enérgicos, obvio sin quitar la parte burlesca y satírica”, explicó.

Canción clave: “Temuko”

El primer corte de su recién estrenado EP transporta al oyente a la adolescencia de la cantante, de cuando hacía canciones en el liceo. Una carta de amor y odio a la ciudad. Un rap moderno al más puro estilo de la vanguardia gringa con la producción de Saitoape.

“Temuco es una ciudad que amo mucho, pero a la vez detesto un poco, pase toda mi adolescencia ahí y creo que es hermoso llegar a una conexión con un lugar en el que puedo decir que lo odio sabiendo que volvería siempre porque lo extraño a pesar de todo. Ya que como me pasaron cosas malas, también está lleno de recuerdos hermosos”, dice.

Alwi: figura en ascenso del nuevo rage chileno

De la escuela más playboicartiana presentamos el envión musical de Alwi, quien trae por primera vez el rage a esta sección. Género naciente, rama del trap que se identifica por la potencia de sus beats, los sintetizadores alocados y ser una excusa para el mosh.

El puntanarenese y estudiante de producción musical se encuentra radicado en la capital con la finalidad de “comerse a Chile”. De alma punky (devela ser un fanatico del punk de los 70′s) dicta que su música es una puerta de escape y una herramienta para pasar los momentos difíciles de la vida.

Sus referentes son los raperos de la era Souncloud y nombres locales esenciales de la calidad de Jorge González, Manuel García y Álvaro López.

Ahora afina los detalles de Todos los perros se van al cielo, una placa cargada de new jazz y rage. El mensaje principal será la redención, detalló.

Canción clave: “Ya no veo”

Sencillo autoproducido por él mismo, una tónica en su obra, una muestra de la inyección energética de este trapstar del fin del mundo.

Agregó con énfasis que: “No quise dar un mensaje, pero es muy yo hablando cosas que viví y vivo. Más que la letra me gusta la vibra que da. Cuando canto ese tema en los shows la gente se vuelve loca”.

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