En mayo de este año, la cantante Ángela Lucero Areyte, oriunda de Antofagasta, se convertía en ganadora del Copihue de Oro de la categoría mejor artista urbana.

Un poco antes de eso, en abril, la artista más conocida como Flor de Rap había comentado que el solo hecho de estar nominada era un hito. Su llamado a la barra entonces fue el siguiente: “Invito a la gente a que vote por mi”, dijo, pero luego se explayó así: “Si bien todas somos ganadoras, usted puede votar por la chica que quiera. Estamos todas luchando en esto de la música que es tan difícil”.

Es 13 de septiembre y Flor de Rap acaba de terminar de grabar un show para Amazon Music, transmitido en vivo por Twitch en todo el continente. El programa, llamado ROMPE, fue animado por la periodista Rayen Araya que no titubeó en calificar a Flor de Rap como la voz femenina más importante del género actualmente en habla hispana.

Aún con las pulsaciones altas, Ángela cuenta a La Cuarta como ha sido la vida post Copihue de Oro: “Ganarlo fue una hermosa sorpresa. Es que la sola nominación para mí había sido un lindo triunfo. Entonces, además ganar por medio de votación popular lo hace todo más emocionante. Después de eso me han pasado muchas cosas lindas porque los caminos se van abriendo. Por supuesto que una sigue buscándosela, trabajando. La verdad es que estoy aprovechando estos momentos felices al máximo y que ojalá nunca se vayan”.

Entre esos momentos felices, se encuentra que en los próximos días la cantante será parte estelar de la nueva versión del festival Expoweed, donde compartirá escenario con Los Jaivas, Morodo, Akapellah y Movimiento Original, entre otros insignes representantes de la cultura cannabica.

Ir para arriba, venir de abajo

La flor surge de una semilla enterrada bajo tierra que luego de un meticuloso proceso natural se termina por convertir en una compleja y bella estructura pinacular de una planta, clave para el reino vegetal y el desarrollo de la biodiversidad, encargada de la producción ya sea de frutos o semillas.

Por medio del fototropismo, crecen de abajo hacia arriba, en dirección hacia la luz. En el caso de Ángela Lucero esto tiene que ver directamente con la historia de su propia vida.

“Cuando estás abajo tienes dos caminos. O te derrumbas y te quedas ahí o valoras la vida, sales adelante y le das con todo”, le dice Flor de Rap a Rayén Araya. Esta misma idea la había expresado en su capítulo de La Junta, donde dice: “Me pasaron muchas cosas malas, entonces tuve dos caminos: irme por el malo, obrar mal, y buscar vengarme por todo lo que me ocurrió. O buscar enmendar y aprender a perdonar. Gracias a Dios quise revertir todo y agradezco a la vida porque todo lo que me pasó me hace ser el humano que soy hoy”.

“Vamos para arriba porque venimos de abajo/ Vamos para arriba porque venimos de abajo/ Vamos para arriba porque venimos de abajo/ Vamos para arriba porque venimos de…” suena como un mantra en la canción “Inmarchitable”, canción que da nombre al disco de 2018 de Flor de Rap. Esa palabra la lleva también tatuada en el vientre.

“Esa línea nace de un freestyle que estaba haciendo con una pista de Joey Badass, improvisando, tratando de hacer un tema, cuando digo vamos para arriba porque venimos de abajo entró mi esposo a la pieza y me dice ¿cómo fue eso? y la empezamos a trabajar. Se refiere a venir de lugares y momentos terribles, para aprender de eso”, cuenta.

Se refiere a su cruda biografía, la cual ha comentado en detalle en espacios como La Junta y el programa Urbanos. Momentos como el haber sufrido abuso sexual por parte de un pariente directo, como haber visto morir a su padre a los 12 años quemándose a lo bonzo, como haber dormido en la calle, como haber vivido dos años en un hogar de menores.

“El rap me salvó la vida, yo no podría hacer otra cosa. No sé cómo podría mantener a mis hijas”, dice Ángela. Por eso, explica, lloró tanto cuando recibió la noticia de que había sido galardonada como Artista Equal de Spotify en julio de este año, lo que significó que su imagen fuera proyectada de manera gigante en una de las torres de Times Square en la ciudad de Nueva York.

“Vengo de lo más bajo y he luchado un montón, llevo muchos años subiendo esta escalera”, escribió entonces en su Instagram. “Cuando me lo dijeron lloré mucho, me pasaron cosas muy bonitas”, dice.

“Me cuesta a veces darme cuenta de mis propios logros”, explica. “La vida de una artista no es fácil, se viven hartas frustraciones. Cuando estoy en esos momentos me pongo a ver lo que he hecho, mis videos, los escenarios donde he estado, y me río sola. Eso me da la fuerza para no abandonar. Porque al final, todo esto ha sido un crecimiento humano y artístico, como persona he crecido junto con mi música. Además es muy lindo ver que esto además puede salvar, o al menos apoyar a otras personas. Al mismo tiempo que es mi desahogo, también lo es para otras”.

La flor del futuro

En su catálogo, Flor de Rap registra cuatro discos oficiales y colaboraciones con artistas como Jimmy Fernández (La Pozze Latina), Dj Acres y Aerstame (Movimiento Original), Portavoz, Chystemc, NFX, Arte Elegante, entre otros.

También con Brenda Aliendro, Rossanita, Dainesitta y Denise Rosenthal. Y su carrera ha sido inspiración para exponentes de las nuevas generaciones como Soulfia y Loyaltty.

A sus 34 años, el despegue internacional de Flor de Rap pareciera ser inminente, de la mano de exitosas presentaciones en Colombia, país donde va ir próximamente a grabar sus próximos videoclips y la reciente presentación para ROMPE de Amazon Music.

En el futuro inmediato, la hoja de ruta de Flor contempla el lanzamiento de “Trapformation”, un disco de trap respecto del cual ya ha adelantado dos canciones, “La vida que me toca”, junto a Aqua Vs y Punto 40, y también “Ya no seremos pobres”, junto a King Savagge y Yammir. En ambos sencillos participa el productor Lewis Somes.

No es un estilo nuevo para Flor de Rap, que aparece en el disco “Duende Verde” de Pablo Chill-e, tiene un trap en su disco del 2018 “Inmarchitable” (el track “A mi manera”) y en “Mariposa” (2021) otro junto a Pailita y Arte Elegante (“Mi familia”).

“Mi primer trap lo hice el año 2007, el 2009 hice un drill, y en un disco que hice el 2010 sale otro más. Yo soy una rapera y puedo rimar sobre cualquier base. Estoy armando álbumes de distintos estilos, porque me siento libre de hacer lo que yo quiera”, decreta.

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