Doctor Cariño:

Con tanto encierro, soltería, falta de pega y depresión me puse bueno para comer leseras y ahora estoy como con 10 kilos de sobrepeso. Un amigo me dio un consejo: ahora que se está desconfinando, hay permiso para hacer deporte. Y como no tengo ni uno me puse a trotar, no sin antes dejar el copete y la comida corneta.

Lo que no sabía era que iba a tener una motivación especial. Una vecina del barrio que veo con mascarilla correr por la vereda de al frente. Yo cacho que  le gusto, porque me saluda a cada vuelta que damos. Hasta que ella dio el salto a mi acera y me pedió el cel. Y chuta, no sé, yo estoy solo, y me tinca que demás. Pero igual está más gorda que yo y no he visto qué hay detrás de la mascarilla...

Me da cosita.

Benjamín

Benja:

Está claro por qué está solo. Le dieron el mejor dato que le pudieron haber dado y usted, ahí, con dudas, resquemores; o sea, entero pavo.

Qué mejor que hacer deporte, bajar la guata y encontrarse con alguien que podría ayudarlo a dejar de estar viendo Netflix con un copete en la mano. Pero igual le daré el consejo final, para que se avive: si está seguro de que no habrá contagio del bicho, sáquese la mascarilla y conoce a la niña. Si es regodeón, allá usted. Dé el salto, conózcala y ahí vea qué pasa.

Deje de pasarse rollos, su pájaro. 

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com