Ventanita Sentimental

El drama del toro semental con pechugas

Doctor Cariño: 

Va a tener que pasarme por agua para poder atenderme, pero necesito su sabio consejo.  Tengo 55 años, soy profesional, separado, tres hijos y con trabajo estable. Mi última relación duró como cinco años, pero la señora se escapó con unos morlacos y me dejó un bello recuerdo en Dicom. En los últimos tres años he estado sometido a estrés y con anti bajoneantes, que me mantenían con el ánimo arriba, pero con el niño abajo. O sea, me tropezaba con mi líbido que andaba por el suelo. Como si fuera poco, la pérdida del interés sexual se asoció con el crecimiento de mis callaguaguas. Cómo será que llegué a ser mirado con deseo en los camarines por compañeros de toda una vida. Se trataba de un problema hormonal, responsable de mi frigidez y de mis mamas copa C. Lo más increíble que a la tercera dosis de un medicamento, despertó el monstruo y volví a ser el "cachero de las pampas".

Así fue que conocí a una señorita de 50, con muy poca experiencia sexual. Incluso estuvo cinco años en un convento, así que en tres segundos rodábamos por el piso de su departamento, logrando placer al unísono. Lo demás, fue lo de siempre, "mi amor le compré un cepillo de dientes", "mi amor le compré este pijamita"; "mi amor compré entradas para Bon Jovi". Y la cuestión es que ando terrible de temperado. ¿Qué les dio a las mujeres por usar unos escotes de miedo? Después de mi receso de "canchero", no hay mujer que se me haya resistido. Imagínese, profe, que después de unas relaciones clandestinas en la oficina, debía llegar como toro a cumplir con mi polola. A esas alturas ya había sido presentado a mi suegra y seis cuñados, de los que tenía toda su venia. Igual tuve que consultar con mi urólogo, porque mi renacer ya no tenía erecciones satisfactorias, así que me recetó unas pildoritas que me salen como 20 lucrecias al mes. Y la última: me he hecho un vicioso de las páginas de sexo gratis. Tengo caleta de fotos de guachitas ricas mostrando sus presas. Pero creo que me estoy yendo al porcino. ¿Debo dejar de tomar esa hormona milagrosa y volver a ser un ciudadano trabajador y responsable, pero con tetas? Me despido cálido como el verano.

víctor

Toro semental:

¿Usted creía que su época adolescente y dorada le iba a durar toda la vida? Si el niño no caía rendido, lo haría la cuchara, así que váyase por las piedritas. Tenga en cuenta que ya no es un imberbe que no sabe lo que es una mina y que por eso anda viendo fotos de trastes para satisfacerse. Usted tiene su Eva de carne y hueso, y sería bueno que si tiene ganas, se ponga generoso y la comparta con ella, que estuvo tanto rato con ley seca. Eso sí, decídase por la novicia rebelde o por sus amiguitas de escritorio, pero no ande como los mermes jugando a dos bandos, porque es más feo que Adrián chupando un limón y porque sino, aparecerá tieso (pero completo) en un motel. No es la idea. Mi experiencia me hace creer que usted puede seguir igual de califa, pero concentrado en un solo cuerpo. Será lo mejor para que pueda ser feliz y con un pecho plano. La otra posibilidad es que se ponga cacho de paraguas abajo y onda Luli, para arriba. Ahí yo cacho que hasta su sor polola lo dejará botado y llamará la atención del otro equipo, y por lo que leo, usted no quiere que le chanten un gol. Siendo así, decida. O sigue calentón, pero responsable, o tetón y heterocurioso.

Lo último

Lo más leído

Cotiza y compara todas las marcas y modelosPublica tu auto acá