Sanador de corazones:

Nunca he sido fanática de las farmacias. Por el contrario, me carga que existan tantas en Chile. Pero esa idea se me terminó cuando conocí al farmacéutico califa que está cerca de mi casa.

Todo empezó cuando estaba buscando un remedio que por más que buscaba, no encontraba. Llegué a esa farmacia y ahí estaba él. Me conquistó cuando me explicó que el remedio estaba descontinuado y que me avisaría cuando apereciera uno similar.

Obvio, le di mi número de cel, Guasap, Féisbuc, Instagram, dirección de la casa... Me mejoró el corazón, doc. Lo pasamos chancho en la farmacia. Cuando tiene turno, él se queda con la pura cotona blanca, su inyección y yo ahí, turnia, afirmada de los estantes y remedios.

El drama es que una noche llegué de sorpresa y había caleta de gente esperando que le diera el turno afuerita de la farmacia... Fue ahí que vi saliendo a una chascona. ¿Qué hago?

Remedios

Mi enfermita:

A veces uno se pregunta cuando va a una farmacia de turno por qué se demoran tanto en atender... Y tate, usted me da la respuesta. Fantasías sexuales hay en todos lados, pero esta me dejó pa'dentro. Qué chori.

Ya veo al socio corriendo a potope y a usted escondida en las pérgolas... Pero lástima, porque con la salud no se juega. ¿O cree que la persona que va a una farmacia de turno es pa' ir a jugar a las bolitas de noche? Nada que hacer ahí, golosa. El farmacéutico estaba coludido con otras y usted no es más que un genérico barato para él. Suerte.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimentalsi las mandas a doctorcarino@lacuarta.com