Lo echaron de la casa por culpa del gol de Paredes

Soy colocolino de corazón y, por supuesto, el sábado fui al templo a gritar y llorar por Esteban Paredes. Llegué a quedar sin voz de tanto aplaudir a mi ídolo, por eso me dio todo lo mismo cuando con el piño de cabros fuimos a celebrar, obviamente, chupando como si el mundo se fuera acabar.

Doctor Cariño:

Soy colocolino de corazón y, por supuesto, el sábado fui al templo a gritar y llorar por Esteban Paredes. Llegué a quedar sin voz de tanto aplaudir a mi ídolo, por eso me dio todo lo mismo cuando con el piño de cabros fuimos a celebrar, obviamente, chupando como si el mundo se fuera acabar.

Para hacerla corta, le cuento que la tele se me apagó como en la décima piscola, después que habíamos bajados sus dos cajas de latas de chela. Y recién vine a recuperar la razón, cuando me desperté ayer domingo con una tribu de indios tocando el tambor en mi cabeza. También ahí razoné que no había llegado a la casa. Y pasó lo que tenía que pasar: mi mujer me echó cagando y ahora por Paredes me quedé sin esposa ni hijo. ¿Qué hago? Si ella no entendió que esto fue histórico.

Juancho

Don Juanano:

Sacando la camiseta de esta discusión, porque yo sólo defiendo la polera del amor, déjeme decirle que metió la cabeza hasta lo más profundo del inodoro, porque en el siglo XXI a nadie se lo puede tragar la tierra sin, por último, mandar un mísero mensaje de "wasap". Y claro, el perla creyó que la iba a meter tan bien como Paredes en el ojo de la santa esposa, que quizás qué creyó cuando el lindo no llegó a la casa. Pero usted bien lo dijo: le importó tres hectáreas de hongo su familia, así que ahora merece el suplicio chino al que lo están sometiendo. Creo que al final no pasará de ser un enojo, pero muestre algo de arrepentimiento. Deje de ir al estadio, tal vez, portándose mejor y cumpla algo que de verdad pueda. Pero arrástrese, que es lo único que le queda por ahora.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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