Doctor Cariño:

Ya no sé qué hacer. Conocí a un hombre hace un par de meses en una disco, bailamos toda la noche y después terminamos dándolo todo en el ring de cuatro perillas. Como él es de regiones, cada cierto tiempo viene para vernos, pero las últimas dos veces que lo hemos hecho dura menos que un candy.

La última vez tomamos unos copetitos para relajarnos, pero disparó como el vaquero más rápido del oeste y todo se fue a las pailas. Como soy obstinada, intenté de nuevo, pero no pasó nada. Así que me quedé con las ganas, mientras que él se durmió en dos tiempos.

Me enojé y al otro día le terminé diciendo de todo. Si hasta le dije que seguramente andaba en alguna patraña y que por eso no rendía. Él se ofendió, tomó sus cosas y se fue. Y ahora llevamos días sin hablar.

Mi enamorada:

Lo primero que debe hacer es tratar de hablar con su peor es ná. Busque la forma, seguramente si hay interés, él le contestará. Sobre el otro problema, puede ser que esté ansioso y que usted le guste más de lo a él quisiera, entonces se pone nervioso y se transforma en el Usain Bolt del ring de cuatro perillas.

Si se arreglan y la cosa sigue igual cuando están juntos, sería bueno que el joven vaya con un especialista, ya que quizás el problema es de la cabeza de arriba. Y ojo, que es algo más común de lo que uno imagina entre los hombres.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com