

Doctor Cariño:
Sé que me va a retar, pero me estoy enamorando de una mujer que está casada. Su marido es doctor y se fue a trabajar a Valparaíso. Y ahí aparecí yo. La amo, la excito, la hago disfrutar en la cama y más encima la valoro. Ella me dice que el hombre la trata mal, no la infla y más encima parece que le gusta la droga. Pero le da la estabilidad económica que yo no le puedo entregar. Los niños son los que me incomodan, porque me rechazan y hablan siempre de su papá cuando yo llego a la casa. Se hacen como que no saben lo que pasa, pero son pillos y creo que captan todo. Y aquí estoy confundido, enamorado y ella sólo me habla de que soy rico y que su marido es penca. Ayuda.
Juan
Don Juan:
Lo mejor que puede hacer es irse de ahí. Primero, porque ella debe solucionar su problema marital, donde no puede aguantar la droga en la familia, los malos tratos, etc. Además, creo que jugar al patas negras no es nada de bueno cuando hay niños de por medio. Y ahí está el gran drama. Si ellos ven todo le pueden contar un día cualquiera a su padre que un desconocido llega a ver a su mamita y se encierra con ella. Eso es feo para los pequeños y para todos. Abandone a la mujer, que más encima le dice que usted es rico, en vez de señalarle que lo quiere o lo respeta o lo prefiere como un buen compañero. Capaz que ella tenga sólo una atracción carnal con usted y está perdiendo el tiempo en otro sentido más profundo. Por esta razón, dele el trabajo al tiempo y lárguese de esos problemas. Fuera de ahí.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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