Doctor Cariño:

No sé hasta cuándo voy a aguantar los insultos de mi marido. Llevo 10 años casada y hace tres comenzó con improperios, tratándome de gorda, de floja y que sexualmente soy pésima. Me duele mucho todo esto, pero por mis hijos estoy dispuesta a aguantar.

Sin embargo, en la feria hay un joven muy respetuoso, que me adula, me dice que soy bonita y me invitó a salir, pensando que soy soltera. Me respeta y admira por mi trabajo como profesora. Él es un hombre honrado y trabajador, pero yo estoy casada y mis hijos podrían crucificarme. Ayuda.

Catalina

Doña Cata:

Leí sus palabras y terminé indignado, porque desde el primer momento que ese energúmeno le levantó un poquitito la voz debería haberlo mandado a la cresta. Para que tome lápiz y un papel. Hable con el caballero ese y mándelo a freír monos al África, después lo denuncia por violencia sicológica, y lo echa de la casa. Después habla con sus niños y les comenta lo que ha pasado.

Le juro que ellos ya se deben haber dado cuenta del animal cómo trataba a su mamita. Y al final, con el tiempo que usted estime necesario, vaya a donde su galán y pruebe qué le pasa en el corazón. Quizás quiera estar un ratito sola o tal vez el hombre le llena el espacio que el otro desperdició. He dicho.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com