“No sé por qué acepté esas pastillas, no sé qué me dio”: el testimonio clave de la amiga de denunciante de Monsalve

Nuevo video muestra a Manuel Monsalve caminando con su denunciante en las cercanías del Mall Costanera Center.
Nuevo video muestra a Manuel Monsalve caminando con su denunciante en las cercanías del Mall Costanera Center.

La también funcionaria de Interior aseguró que un amigo del Presidente Boric le hizo una advertencia a la presunta víctima: “Piénsalo bien, vas a ir contra el Gobierno”.

Fue el 29 de noviembre pasado cuando la funcionaria del Ministerio del Interior, Catalina Arrey, declaró ante la Contraloría en torno a la grave acusación que pesa contra el exsubsecretario de la cartera, Manuel Monsalve.

Su testimonio sería clave para la investigación, considerando que fue una de las primeras en enterarse (por decisión de la presunta víctima) de la supuesta violación sufrida por una compañera de trabajo de 32 años.

¿Qué dijo la funcionaria?

En su relato, revelado por La Tercera, Arrey se refirió a la junta que su colega tuvo con Monsalve en el Costanera Center, días antes del delito que desató el escándalo.

“La cita (para la denunciante) era una buena noticia, era positivo, yo también le dije que era algo bueno, quizás un nuevo puesto. Dos días después de los hechos, en un almuerzo, me cuenta (sobre un beso que le dio la entonces autoridad). Quedamos en shock. No sabíamos sus intenciones. Yo le propuse que tomara distancia, para que él supiera que ella no quería”, explicó.

Luego, testificó que la denunciante “me contó que era un almuerzo, no recuerdo que me hubiera dicho que había alcohol, pero sí que caminaron a una plaza, se sentaron en una banca y que él le da un beso en la boca. Ella estaba en shock, me decía que sentía asco con todo lo que pasó. Esa semana además tuvo que viajar con él, y ahí le aconsejé que no se quedaran en el mismo lugar. Entiendo que al final no viajaron solos, y ella se quedó con el equipo de trabajo y él en otro (lugar). Recuerdo que ella estaba muy preocupada por ese viaje, pero luego me dijo que por suerte se quedó en otro hotel. Ella tenía miedo de esa situación”.

El hecho más grave

Luego, los funcionarios de Contraloría le consultaron a Arrey sobre los hechos ocurridos el 22 de septiembre (presunta violación). La funcionaria de gobierno, quien se desempeña en el Departamento de Inversiones de la División de Gestión y Modernización de las Policías, contó que el lunes 23 le extrañó no ver a su amiga. Al día siguiente, cuando se juntaron, se enteró de toda la verdad.

“Él le dijo a ella que la reunión era por motivo de trabajo. Me dijo que comieron, como a las 6. Yo creo que ella también pensó que podía ser un espacio para poner límites, porque en todos los demás escenarios fue con más gente. Entonces pese al miedo que ella sentía, creo que fue para conversar y poner límites, creo que por eso fue. Además es su jefe y no podía decirle que no. Que tomaron 2 pisco sour, y que después no se acordaba de nada más”, detalló.

“Ella no lo podía creer, no entendía nada, se sentía muy culpable porque no se acordaba de nada. Se echaba mucho la culpa. Ella sentía que había sido violada. Porque a ella le daba asco, ella nunca quiso acercarse a él”, añadió.

Asimismo, reveló que a la presunta vítima “se le veía en su cara su dolor. Nos sentábamos y recapitulábamos de qué cosa se acordaba. Tratábamos de ser objetivas. Sentíamos que no podíamos ir a la PDI ni a Carabineros, porque la denuncia podía quedar en nada. Que lo iban a alertar (a Monsalve) y que todo quedaría en nada. Que nos iban a tachar, que la podían despedir, que iba a sufrir represalias por esos hechos. (...) La primera semana de ella estuvo muy en shock”.

“Aún cuando pasó todo esto, ella se refería a él de ‘usted’, de subsecretario, porque sentíamos mucho respeto por él. A él lo veíamos como alguien muy inteligente, lo teníamos endiosado. Entonces no vimos que esta situación pudiera ocurrir”, continuó.

“Siento que él quería desmarcarse culpándola, que ella había coqueteado con el taxista. Yo creo que él se aprovechó porque ella no recordaba. Siento que él la quería hacer sentir mal. Yo me pregunto. ¿Si ella estaba tan mal, por qué él no la fue a dejar a su casa? Solo sentíamos rabia", complementó.

En la misma línea, la funcionaria de Interior dio a conocer un dato clave: “Ella me decía ‘qué asco, qué asco. No sé por qué acepte esas pastillas. No sé qué me dio’”.

Más adelante, ambas mujeres pensaron en buscar ayuda en el mismo gobierno.

“Pensamos en Camilo Araneda (jefe de la unidad de gestión de conflictos de la División de Gobierno Interior y amigo del Presidente Gabriel Boric), que sabíamos que era jefe de un área. Ella me decía que le daba vergüenza, pero le escribió, y se juntaron y ella le contó todo. Yo tenía la esperanza que nos ayudara, con alguna asesora del Ministerio de la Mujer, pero no fue así“, lamentó.

“Lamentablemente, él trató de poner paños fríos. (Le dijo) que lo pensara bien, que iba a ir en contra del gobierno, pensó más en eso que portarse como humano. No sabíamos qué más hacer”, sentenció.

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