Brayan Onneyl Muñoz Vega, conocido como Flow Bandito, pasó de ser un cantante urbano sin notoriedad, pues su video más popular en Youtube solo tenía 52 mil visualizaciones, a estar implicado en graves delitos.

Todo comenzó cuando publicó en el Marketplace de Facebook la venta de un arma de fuego, atrayendo la atención del OS9 de Carabineros.

Según consta en un reportaje de Radio Bíobío, un agente infiltrado contactó al sospechoso, quien ofreció una pistola Glock 9 mm y 20 municiones por $640 mil.

“Al momento que vengas, siempre tengo otro vehículo observando todo y un cabro parado en la esquina armado. Sólo por precaución, para que no pienses mal. Si quieres vienes acompañado o como quieras, pero debes decirme con los que vienes para estar al tanto”, fue la advertencia del cantante al agente, quien le aseguró que acudiría sin acompañantes para concretar el negocio.

Un falso negocio que terminó con Flow Bandito tras las rejas

En la transacción, que se llevó a cabo en un sitio eriazo en el sector Antumapu de Quillota, el cantante y un cómplice procedieron a revelar sus verdaderos intenciones: no tenían planes de vender la pistola, sino que querían robarle a su comprador.

“No me miri por el espejo. Te voy a matar, estoy loco… te voy a disparar y si avisai algo te voy a ir a buscar, porque sé de dónde erís y tengo tu patente. Mira pa’ arriba”, amenazó el acompañante, mientras apuntaba una pistola en la sien del agente desde el asiento posterior del vehículo.

A continuación, el cantante urbano también sacó otra pistola y lo amenazó poniendo la pistola en el pecho. “No acelerís… no gritís, conchetumare, o te disparo en el corazón. Te mato así como lo he hecho con otros. Ya, me voy a llevar las llaves y te las voy a botar atrás. No vayai a los pacos o te voy a ir a matar”, le dijo al agente.

A partir de ahí, la dupla delictual robó el dinero y el teléfono del agente. Sin embargo, la policía detuvo a los implicados - cuatro personas en total - poco después a bordo de un vehículo Hyundai.

Posteriormente, en la casa del cantante urbano, se incautaron chalecos antibalas, municiones de diversos calibres, plantas de marihuana y registros de otras ventas de armas. En tanto, en el smartphone de Muñoz Tapía se encontraron evidencias de otras supuestas transacciones de armas, aunque se desconoce si terminaron igual que el negocio con el agente encubierto.

Ahora Bryan Muñoz enfrentará un juicio el 4 de marzo junto a su banda por delitos como tráfico de armas, tenencia ilegal de armamento de uso bélico, robo con intimidación y cultivo de cannabis, entre otros, arriesgando hasta 37 años de cárcel.