Ecuatoriano aprovecha las migas del pan y arma verdaderas obras de arte

José Carvajal dejó de estudiar a los 13 años para dedicar su vida a la artesanía, lo que le valió ser considerado como Patrimonio vivo de la Humanidad por Unesco.

El pan es un alimento sagrado en las mesas de las familias chilenas, y por nada del mundo puede hacer falta para el desayuno y la once. Sin embargo, este tradicional alimento no solo tiene una simbólica historia para nuestro país: para pueblos originarios de Latinoamérica, principalmente para los de raíces incas, tiene un significado muy curioso.

Grupos indígenas de países como México, Perú, Bolivia y Ecuador acostumbraban el juntarse a comer pan cada Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre) en el cementerio, alrededor de la tumba del fallecido. Pero este no era cualquier pan: hace unos 200 años se comenzó a hacer pan con figuras esculturales, llamadas wawas.

El artesano ecuatoriano José Carvajal (57) conoce muy bien las raíces de esta práctica. Hace muchos años su tía abuela era reconocida en toda Latinoamérica por hacer figuras con el pan y agregándole colores mediante alimentos como betarraga, espinaca y manzana. Él recogió todas esas tradiciones y ha dedicado su vida a hacer estas pequeñas obras de arte a partir de las migas del pan.

"Dejé de estudiar a los 13 años para comenzar a trabajar en el mundo de la artesanía. Aprendí a duras penas a leer y escribir. Pero una vez me dijeron: "tú naciste para ser artesano"", contó el emprendedor a La Cuarta Comerciante.

Agregó que "hoy me dedico 100% a la artesanía. Cuando tuve 18 años era como haberme graduado en un liceo de las migas de pan: ya podía hacer de todo. Por lo que si usted me pide un arca de Noé, le hago el arca de Noé, con todos los animalitos. Si me pide que haga un periodista, lo puedo hacer, con micrófono, una cámara y todo".

Método

Con el paso del tiempo, los materiales para armar estas figuras dejó de limitarse a alimentos, y se comenzaron a usar nuevos pegamentos y tintes. "Ahora se hacen con óleos, suprimimos el agua y hacemos las figuras con cola fría, con lo que quedan bastante firmes. Por último se le da un enchapado, un barnizado, para darle brillo", explicó.

Gracias a este emprendimiento, José Carvajal ha podido alimentar y dar estudios a sus tres hijos, y ha viajado por diferentes lugares del planeta mostrando estas obras. Actualmente fue elegido por Unesco como Patrimonio vivo de la Humanidad gracias a su histórico y centenario trabajo.

Fiesta de las naciones

José viajó hace un par de semanas a Chile para participar en la Fiesta de las Naciones, que se realizó en el Centro de Eventos Munich en Malloco. Allí participaron 21 embajadas que presentaron sus comidas típicas, shows artísticos, y toda su artesanía cultural.

Carvajal, en tanto, presentó figuras desde 5 milímetros hasta de 30 centímetros (ver foto). "Cuando voy a este tipo de ferias, lo que muestro son todas las piezas que son nuestros indígenas ecuatorianos. También muestro algunos ángeles y músicos, siempre ligados a nuestra cultura", señaló el artesano.

Eso sí, aseguró que "la escultura más grande que he hecho es un pesebre de un metro. El niño me salió casi del tamaño de un bebé recién nacido".

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