Los pasos a seguir en la reparación de las piletas

Experto de la Universidad Autónoma explicó qué materiales son los correctos al construir una piscina, cuáles son las fallas más comunes y cómo mejorarlas.

Los nostálgicos del verano y las altas temperaturas pueden empezar a frotarse las manos, porque la primavera ya comenzó. Junto con ello, la temporada de piscinas toma fuerza, y por eso los maestros de la construcción aprovechan de realizar los arreglos y reparaciones entre los meses de septiembre y octubre, y así a fin de año estos estanques estén tiquitaca para un merecido chapuzón.

Algunas piscinas deben ser construidas desde cero. Sin embargo, tres son los más utilizados: hormigón, acero y madera.

"Está el hormigón proyectado a gran presión, armado y muy resistente, proporciona más estanqueidad y posee mayor cantidad de acabados, además de otros tipos de hormigón utilizados. El acero, por su parte, ganó mucho terreno en estos últimos años por su rápida instalación (entre 10 y 15 días), gran resistencia y durabilidad. Su instalación consiste en soldar unas placas con otras y luego cubrirlas de PVC reforzado en una sola pieza. La madera en piscinas puede ir sobre el suelo, estar medio enterradas o totalmente enterradas. Sea como sea, aportan una imagen rústica y natural. Eso sí, son muy resistentes pero no comparables con las de hormigón o acero. Sus desventajas son las escasas formas que normalmente crean vértices y polígonos de más de cuatro lados", explicó Carlos Escalona, docente de la Facultad de Arquitectura y Construcción de la Universidad Autónoma, sede Santiago.

Al ser una zona que constantemente tendrá flujo de agua, y por ende mucha humedad, no cualquier pintura puede ser utilizada para la fachada de una piscina. Por esta razón, el profesor de U. Autónoma recomendó que el producto correcto es el clorocaucho, porque "es un material impermeable, con gran resistencia al agua, a los hongos, a la alcalinidad y a los productos químicos que se utilizan habitualmente para mantener la piscina. Además, se adhiere perfectamente a la superficie y seca relativamente rápido".

Agregó que "también existe la pintura para piscinas al agua, que es otra gran opción que se tiene para pintar la piscina. La gran ventaja frente a la pintura de piscinas al clorocaucho es que no huele y se aplica de forma más fácil. Sin embargo, ofrece menor resistencia que la anterior. La pintura para piscinas al agua no favorece la formación de algas y mohos, y tiene buena resistencia a la alcalinidad del agua que puede estropear la superficie".

Reparaciones

En temporada de piscinas, las fallas más comunes que se pueden encontrar van de la mano de las grietas que se forman al no ser utilizadas por largos meses durante la temporada otoño-invierno. Para ello, la reparación debe ser diagnosticada desde la aparición de la grieta para conocer su origen.

"Una vez diagnosticado el punto focal o causa de la grieta y solucionado el mismo, se procede entonces a la reparación de la grieta: se deben limpiar los restos de polvo, suciedad y otros materiales antes de proceder a sellarlas y repararlas. Lo más recomendado son los morteros acrílicos, ya que son impermeables y tienen una gran elasticidad, por lo que podrá resistir los pequeños asentamientos y movimientos de tierra una vez que la piscina esté en uso", indicó Escalona.

Evite filtraciones

Para reparar una filtración por grietas de una forma eficaz, Carlos Escalona, docente de la Facultad de Arquitectura y Construcción de la Universidad Autónoma, recomienda lo siguiente:

1. Desescombrado: antes de reparar, se debe preparar la superficie para las obras que vamos a realizar. Para ello, hay que eliminar el gres o azulejo y el cemento cola que lo unía entorno unos 20 centímetros alrededor de la grieta.

2. Limpiar la grieta: dentro de la grieta seguro hoy moho, algas o musgo debido al agua que se ha filtrado a través de ella. Para limpiar las grietas se puede utilizar una máquina a presión, lo que asegurará que no quede suciedad.

3. Refuerzo de grietas: para impedir que estas grietas se vuelven a abrir con el paso del tiempo, se deberá poner unos refuerzos. La forma de instalarlos correctamente es abriendo agujeros de 10-12 mm de ancho por 5 cm de profundidad separados unos 30 cm, aproximadamente. En estos agujeros se introducen "grapas" de varilla corrugada o de acero, que son las más resistentes.

4. Reparación: después de introducir los refuerzos se procede al sellado de la grieta con mortero de reparación estructural cubriendo el mismo. Se debe dejar secar por completo unas 24 horas, aproximadamente.

5. Impermeabilización: una vez que el mortero está seco se aplican tres capas de un mortero impermeabilizante elástico que evitará que el agua llegue hasta la grieta.

6. Acabado: unos tres días después de aplicar el mortero elástico, se puede empezar a restablecer el gres, el azulejo, pintura o acabado que se vaya a colocar.

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