“Ahí me queda la cagá”: revelan advertencia de Parived a prestamista tras reunirse con el “Rey del Oro”

Según los informes policiales, el esposo de Tonka Tomicic buscó la manera de revender una piedra preciosa.

El 19 de febrero de 2020, funcionarios de la PDI hicieron un seguimiento a Marco Antonio López Spagui, más conocido como Parived. Esto, en el marco del Caso relojes vip robados.

Según reveló La Tercera PM, por aquel entonces el Primer Juzgado de Garantía de Santiago ya había autorizado a la policía civil a “pinchar” el teléfono del esposo de Tonka Tomicic y escuchar sus conversaciones.

En aquella jornada, Parived se reunió con Harold Vilches en el hotel Sheraton, en la comuna de Providencia. Se trata del conocido “Rey del Oro”.

“Los oficiales investigadores arribaron al hotel en horas de la mañana, realizando labores de vigilancia y auscultaciones, determinando que al interior del recinto se encontraba Marco López Spagui junto a Harold Vilches Pizarro”, se lee en el oficio de la Brilac revelado por el citado medio. Del mismo modo se dio cuenta del arribo de un tercer sujeto.

De acuerdo a las conclusiones del informe policial, ese día “estos tres sujetos se reunieron con la finalidad de realizar algún tipo de negocio manteniéndose al interior del Hotel Sheraton por unos minutos luego de lo cual López Spagui, Vilchez Pizarro y el sujeto del cual se desconoce su identidad abordaron un automóvil marca Volvo e color negro de propiedad de la esposa de López Spagui (la animadora Tonka Tomicic) haciendo abandono del hotel en dirección a calle Emeterio Larraín Bunster, a un costado del hotel, donde permanecieron estacionados al interior del vehículo por 30 minutos aproximadamente, luego de lo cual se dirigieron nuevamente al frontis del Hotel Sheraton, descendiendo Vilches y el sujeto desconocido, los que hicieron nuevamente ingreso al recinto, para finalmente retirarse en distintas direcciones”.

Asimismo, se apunta que “es un indicio claro de que dicha reunión se realizó a fin de concretar negociaciones con especies producto de delito, toda vez que se mantiene el antecedente de que Harold Vilches Pizarro es un sujeto que se desenvuelve en el mundo de la compra y venta de bienes robados, especialmente de joyas y diversas especies, hipótesis que se sustenta con el audio obtenido de la interceptación telefónica del número +5699268...., de la compañía Wom, utilizado por Marco López Spagui donde en una conversación entablada el mismo día, en horas de la tarde, posterior a dicha reunión, López Spagui le indica a un tal Luis, entre otras cosas, que mantenía en su poder una piedra que posee un alto valor comercial, $130 millones según lo que indica, que se la había entregado un sujeto, al cual le dio un cheque por $65 millones en garantía para poder quedarse con dicha piedra, por la cual mantenía ofertas en el extranjero”.

En la misma llamada, la PDI transcribió la charla entre Parived y Luis.

“Es una piedra espectacular”

Luego que Luis le pidiera fotos de los reloj que tiene para “negociarlos”, Parived “le dice que quiere contarle algo, pero no por acá ‘porque los weones escuchan las líneas telefónicas’”.

Pese a la advertencia, el informe revela que el anticuario comenzó a relatar que “tiene una piedra, no está manoseada por ningún lado, no es blanca, ni oscura, es una piedra espectacular, que la persona que se la pasó se la estaba llevando a Estados Unidos para certificarla y ya tendría un comprador afuera, pero él se la quitó de las manos”.

“Tengo dos opciones, si no la pago el viernes en la tarde, el weón se la lleva y ya le ofrecieron en Estados Unidos, ya que no hay otra piedra igual, que vale fácil $130 millones”, le habría dicho Parived a Luis.

“Ahí me queda la cagá”

Sobre lo ocurrido posteriormente, así se detalla en el documento: “Luis le dice que iría a buscar la piedra y los Rólex, Marco le envía fotos de unos relojes para que vea los códigos. Marco le comenta que le contó de la piedra a un amigo argentino. Luis le dice que necesita ir a buscarla para ganar días”.

Finalmente, López Spagui le advierte a su prestamista: “No le puedo perder la pista a esta piedra, porque ahí me queda la cagá”.

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