[Audio] ¡A Edith Abraham le pagan por reírse en la fila!

El mundo se le vino abajo a Edith Abraham Carrasco hace 17 años, cuando la mujer divorciada decidió seguir a su hijo que vivía en Buenos Aires.
Entonces la maipucina tenía una peluquería en el centro de Santiago que daba trabajo a seis personas y la vendió para invertir la plata en un negocio similar en Argentina. Además, liquidó sus muebles y una lancha.
Desgraciadamente su plan se fue a las pailas. Ella cuenta que después que le pasó el dinero a su hijo, él la echó de la casa y la mandó a buscar pega como peluquera, sin ni un peso en los bolsillos.
Con el corazón roto, Edith volvió a Chile y estuvo un año encerrada en su pieza con depresión. "Llegué a pesar 35 kilos hasta que decidí salir adelante por mis tres hijas y por mí, me puse de pie y tuve que aprender a caminar de nuevo literalmente, y lo logré", contó.
El momento que marcó su mejoría definitiva ocurrió cuando la peluquera fue como público al programa de Canal 13 "Acoso Textual", conducido por Sergio Lagos. Ahí algo le causó gracia y su risa llamó la atención de todos.
Resulta que el tono de su carcajada es tan alto como el de una sirena de bomberos y agudo como corona de espinas. Una risa que se escucha a una cuadra de distancia que comenzó a usar a los 13 años en el colegio, de puro chistosa.
"Nadie en mi familia se ríe así, y es tan fuerte que cuando iba al circo con el que era mi marido nos sentábamos en platea y con los payasos me reía tanto que él siempre se iba avergonzado", contó.
Familia perruna
Para potenciar su don divino, Edith estudió en una academia de teatro y desde entonces ha participado como extra en decenas de producciones dramáticas.
Pero en donde realmente ha destacado ha sido en programas que le pagan para que se ría y así evidenciar que la cuestión es chistosa.
"He ido a Yo Soy, Casado con Hijos, a programas de La Red y a Morandé con Compañía, que es en donde mejor me han tratado, más tiempo he estado y en donde mejor pagan", contó la señora que recuperó la alegría sin olvidar la pena que le dejó su hijo.
Y el negocio no es nada de malo. Por programa, mínimo corta 30 luquitas en una sola pasada. De ahí pa'rriba. Incluso le han llegado a pagar 120 lucrecias.
Su casa de la villa Esquina Blanca de Maipú la redujo para arrendar algunas piezas y tener más ingresos. Ahí vive con cuatro perros poodle llamados Chamito, Catalina de Jesús, Rosario Macarena y Bebé Alí, a quienes considera su familia porque desde que se separó no ha vuelto a pololear. "Ya no confío en los hombres", dijo categórica.
En los muros de la vivienda cuelgan cientos de fotos de la reidora con personajes de nuestra televisión y en los lugares más destacados hay algunos cuadros pintados a mano de Felipe Camiroaga.
Tan profesional es que incluso mandó a hacer tarjetas de presentación en donde se ofrece como "la Reidora" para todo tipo de eventos. También puede ser la llorona, como lo hizo durante toda una tarde en una grabación de una serie sobre la vida de Manuel Rodríguez.
El valor de su trabajo está en que varias veces ha sacado a flote espacios más fomes que bailar con la hermana con su risa que contagia a las demás personas.
"En lo que hago soy la mejor en Chile y en realidad no conozco a nadie más que haga lo mismo (salvo un camarógrafo de TV muy bueno para reír). Yo río a pesar de que tengo diabetes e hipertensión. Considero que es una terapia, me gustaría visitar a enfermos terminales y alegrarlos con mi risa, en otros lugares la risoterapia es considerada porque honestamente da resultados", concluyó muerta de la risa.
Imperdibles
Lo último
hace 0 min
hace 2 min
hace 2 min
hace 9 min
hace 25 min












