"Babywatch" roncará en playa de Cartagua

Sol, calor, arena y lindas chiquillas en bikini. Los califas ya se soban las... manos con la llegada de la temporada de playas, que justo parte hoy.
Pero no sólo los tiburones de tierra están encantados con la noticia. Los niños son los más japis con la inauguración, porque son los primeros en meter las patitas en el mar cuando el caregallo ataca de forma implacable. Y que mejor que otro peque para cuidarlos como corresponde este verano 2012.
Se trata de Joaquín Miranda Leiva, un pitufo de 11 pepas oriundo de Cartagena, en la región de Valparaíso, que debutará como el salvavidas más joven del terruño y en la playa más pop de las costas nacionales, la Playa Chica del populoso balneario.
El Joaco ni se inmuta frente a la peluda labor que se le viene encima. Con cualquier fe, el mini "Mitch Buchanan" está dispuesto a proteger a los niños, pero también aseguró que no se le irán en collera los pailones y pelusas de siempre: "no le pasaré ninguna a los choros".
Aunque apenas se empina sobre el metro 55, el broquita dijo además que está más que listéilor para salvar a los bañistas que se las dan de bacanes. Después de todo, aprobó con un siete las pruebas que le realizó la Gobernación Marítima.
El "babywatch" sabe de rescate, apreciación visual y para más remate da respiración cardiorrespiratoria, cosa que hasta ahora, menos mal, no ha tenido que realizar.
DEBUT
A los 10 años se anotó el primer poroto como guardian de la bahía, cuando con un flotador a cuestas se metió al mar para sacar a un pingüino capitalino que se ahogaba en la playa de San Sebastián.
"Lo vi ahogándose y no lo pensé, entré a sacarlo, después todos me daban las gracias y me decían que lo había hecho muy bien", contó el moreno que cursa quinto básico.
El mini rescatista contó que no le da miedo titanear y que está preparado para poder ayudar en la Playa Chica.
"Por mi edad no puedo trabajar, así que estaré aprendiendo de los más grandes y apenas tenga la edad seré salvavidas como debe ser", dijo hundiendo su mirada en el océano.
La belleza de las playas de Cartagena tiene un raro efecto en la barra: los deja terriblemente sedientos y el brebaje favorito para apagar la sed es el melón con vino.
Esto es un gran desafío para Joaquín, porque si ya es complicado sacar a un ahogado, la cosa se pone cuática si se trata de un borrachín odioso.
Pero el chicoco planea comérselos con limón: "Si se ponen pesados y choros los voy a sacar igual del agua, algunas veces te dicen 'déjame solo, yo puedo' porque les da vergüenza que uno que es chico los rete, pero yo les voy a decir igual".
Por su edad y tamaño, el Joaco trabajará con un adulto que le ayuda a acarrear a los poncherudos.
Aunque el valiente cabro chico se peina más con las olas que con la tabla de multiplicar, igual confiesa que le tiene respeto al mar.
"Cuando las olas están muy grandes no puedo entrar porque me superan y me da miedo", dijo.
El amor por su mami también le ayuda a ser cauteloso, porque la mujer queda con el alma en un hilo cada vez que sale a vigilar la costa.
Imperdibles
Lo último
hace 1 min
16:20
16:19
15:38
15:23












