Un entrete paseo por el sector cordillerano de El Yeso, en el Cajón del Maipo, dejó con ojos de alienígenas a un clan familiar venezolano que cachó las fotitos que habían sacado y pillaron a un redondo y luminoso platillo volador entre las nubes del paisaje.

El familión conformado por la mami, el papi y sus dos retoños, se dejó caer por esos lados durante los últimos meses del año pasado, provistos de una bacán cámara fotográfica, e hicieron click a todo lo que se movía.

"Nosotros entrevistamos a la familia para que nos contara qué era lo que había pasado y cómo había sucedido todo. En resumen, esta familia estaba realizando un paseo por el Cajón del Maipo. Al llegar al embalse El Yeso el tiempo estaba muy lindo, con una nubosidad muy llamativa, por lo que decidieron fotografiar las nubes", señaló a La Cuarta Gustavo Rodríguez, secretario ejecutivo del Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA).

"En ese momento les llamó la atención algo que estaba en las nubes: una luminosidad muy especial y fotografiaron todo. Cuando se dieron cuenta al revisar las imágenes, tomaron contacto con nuestro ufólogo y nosotros derivamos las imágenes a Estados Unidos para un análisis más completo", agregó Rodríguez, quien además es controlador aéreo.

En las fotelis se puede apreciar claramente una especie de platillo volador, el cual, para el ojo experto, podría medir más de dos estadios nacionales.

CÁMARA EN MANO

El CEFAA es el organismo oficial de Chilito que se preocupa de analizar y sapear todo lo relacionado con el tema Ovni o Fani (Fenómenos Aéreos no Identificados), como ellos les gusta llamar a los platillos voladores. Tienen por misión quemarse las pestañas estudiando todos los reportes desde una mirada científica y escéptica. Dependen de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

"Concluimos de que se trataba de un objeto desconocido. Esto es bien raro ya que se trata de un ente furtivo, el que para un ojo inexperto pasa desapercibido a primera vista. Muchas veces se confunde un objeto desconocido con un pájaro en vuelo o un insecto que vuela muy cerca de la cámara", indicó el hombrón.

"Tenemos más de mil denuncias cada año y el 90% son fenómenos aéreos anómalos que podemos encontrarle justificación. Sin embargo, el diez por ciento restante no tiene explicación lógica. Nuestros reportes son del tipo aeronáutico y nos basamos por los informes que pueden hacer las tripulaciones de vuelo", agregó Rodríguez.

El caperuzo desclasificó que hay avistamientos durante todo el año, pero que es durante el verano cuando más sapeos tienen. Y esto se explicaría ya que los cielos están más despejados, y que la mayor parte de la barra anda todo el tiempo con una cámara en la mano, por lo que es cosa que un pariente de ET quiera saludar para que alguien apunte, haga foco y flashee al objeto volador no identificado.