Chao jefe: cómo una generación aborda el trabajo

Con algo de temor, pero mucha decisión, algunos jóvenes optan por renunciar a un sueldo seguro para ir en busca de sus sueños... incluso en plena pandemia.

Cansados de la rutina, de la distancia con su familia o no poder desarrollar sus sueños, un creciente número de jóvenes optan por el emprendimiento y ser sus propios jefes. Incluso si eso implica renunciar a un trabajo estable y seguro económicamente.

Un estudio realizado por Corfo reveló que en 2001 la edad promedio de los emprendedores era de 55 años. Casi dos décadas más tarde, bajó a 35.

Otro dato relevante que arrojó la investigación apunta a que la mayoría de las personas que se animaban a emprender en el pasado, eran profesionales con una amplia trayectoria y que buscaban una nueva oportunidad -entre otros factores- por la falta de empleo.

Renunciaron para emprender

Sin embargo, en la actualidad, el escenario es distinto. Ni siquiera la pandemia fue impedimento para atreverse con ideas propias. Tal es el caso de Soledad Pardo (34), diseñadora de profesión, madre de dos hijos y emprendedora, con todas sus letras, desde agosto de 2020.

“Después que me titulé estuve en una imprenta, pero me aburrí por un tema de proyección laboral. Ya había hecho de todo. Aparte, tenía mi primer hijo y el tema de los horarios era súper agotador”, explica la joven oriunda de San Joaquín a La Cuarta.

Sobre este último punto, recuerda que “me iba en la mañana al trabajo y mi hijo estaba durmiendo; y cuando llegaba, también estaba durmiendo. Era súper demandante el tema de los horarios y quería estar más tiempo con él”.

¿De qué se trata su pyme? “Pajarito de Papel se relaciona con todo lo que se denomina ‘diseño de papelería social’, que es el tema de invitaciones para baby shower, bautizos o cumpleaños temáticos”, detalla.

“Empecé a hacérselo a mi hijo, y amigas o familiares empezaron a decirme ‘oye, ¿por qué no haces esto para mi hijo, también?’. Eran las tarjetas, la decoración, todo personalizado”, precisa.

Con el correr de los meses, Soledad comenzó a abarcar una mayor cantidad de eventos y logró reconocer un nicho de mercado.

“Ahí me propuse embarcarme en esto. Yo estaba trabajando en mi trabajo estable y a la vez estaba en mi emprendimiento, pero me di cuenta que no me alcanzaba el tiempo, que ya estaba agotada y decidí renunciar”, precisa.

Eso sí, la decisión no fue tan fácil: “Me dio mucho miedo. Ya llevaba cinco años trabajando. Fue una decisión fuerte embarcarme en algo que no era seguro. Ahí puse todas las fichas y dije ‘ya, démosle’. Total, igual contaba con el apoyo de mi pareja y de mi familia”.

Ya formalizada su pyme ante el SII, Soledad avisa que postulará a algún fondo del Sercotec. “Me gustaría tener más maquinaria para poder ofrecer muchos más productos a los clientes. Mi idea es intentarlo”, afirma.

“Decidí ser mi propio jefe”

Un caso similar es el de Sascha Paredes (28), quien reconoce haber ganado un sueldo “maravilloso” como ejecutiva en una empresa telefónica, en el centro de Santiago, cuando optó por “salir corriendo”. O pedaleando.

Fue a fines de 2019, a pocas semanas del estallido social, cuando la masiva presencia de ciclistas prendió su ampolleta. “Ahí partió el tema de Lunática porque empecé a andar en bicicleta para tener un poquito de movilidad, porque como ejecutiva uno no se mueve. Está sentada ahí 24/7″, recuerda.

“No aguanté más y salí corriendo. Ahí fue cuando encontré el tema de la pyme, que consiste en la confección de productos para ciclistas -y no tan ciclistas- como bananos, portacelulares, mochilas, bolsos y todo tipo de accesorios con diseños a pedido”, detalla.

Consultada sobre su decisión de cambiar su rumbo laboral, Sascha revela al diario pop que “las lucas eran maravillosas. Todos en ese momento te dicen ‘oye, qué estai haciendo’, pero ahí yo decidí ser mi propio jefe, lo cual es parte tortura y parte maravilla, pero la verdad es que me ha ido bastante bien”.

Y cómo no, si en poco tiempo ha logrado grandes avances: “Postulamos a proyectos del Fosis, logramos acceder a dos, en los cuales sacamos máquinas (Yo Emprendo Semilla) y una cámara fotográfica que usamos para redes sociales”.

Apoyo a emprendedores

De acuerdo al Sercotec, desde 2015 ha aumentado en un 300% la atención de emprendedores que buscan apoyo para desarrollar sus negocios. Esto, gracias a los Centros de Negocios Sercotec repartidos en todo el país.

“Desde el estallido social hasta ahora, toda nuestra red de Centros de Negocios Sercotec ha potenciado aún más el acompañamiento de nuestras pymes, brindándole a los emprendedores un lugar para acceder en forma gratuita a asesorías, capacitaciones y espacios de comercialización”, explica a La Cuarta el director nacional de Sercotec, Bruno Trisotti.

Asimismo, aclara que “durante la pandemia aumentaron las capacitaciones debido a que las personas estaban en sus casas, lo que nos llevó a implementar más cursos online. Hoy en promedio impartimos alrededor de 70 capacitaciones diarias a nivel nacional”.

Entre otras herramientas, a los emprendedores inscritos en la red se les enseña a implementar una buena página web con carrito de compra, generar un relato en redes sociales, marketing digital y muchísimo más.

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