¿Cicatriz o rasguño?

Las contradicciones de la víctima habrían llevado a la jueza Andrea Díaz-Muñoz a liberar a los dos sospechosos del robo y abuso sexual que sufrió una embarazada de 6 meses en Lo Barnechea.
A sólo horas de ser vejada en su casa por dos muchachos, M. M. (37) describió a uno de los sospechosos por una cicatriz en la cara. Con esa pista la policía identificó el jueves pasado a A.G., por lo que el fiscal Samuel Constenla pidió a la jueza una orden para detenerlo.
La magistrada otorgó la orden de detención, pero a las 6 de la tarde del mismo día el fiscal llamó a la jueza para decirle que el sospechoso no tenía la cicatriz descrita por la víctima. En la constancia de la jueza se indica que "se recibió una llamada del fiscal, quien señaló que había visto el rostro del imputado detenido y que no tenía la cicatriz que aludía la víctima...por lo que estimaba que no correspondería al mismo sujeto".
Por lo anterior, la jueza despachó en forma inmediata una contraorden de detención en favor del sospechoso, el cual quedó en libertad.
Al día siguiente, la mujer reconoció a otro sospechoso, pero esa vez M.M. cambió su versión y dijo que su agresor no tenía una cicatriz. Ante la posibilidad de que se tratara del verdadero culpable, el fiscal le pidió a la jueza una nueva orden de detención, la que fue rechazada por la magistrada.
En su nueva constancia, la jueza informó que "hoy (viernes) la víctima vuelve a reconocer en un 100 por ciento a otro sujeto, se refiere a que tiene un aro, da rasgos físicos que corresponden a los rasgos de la mayoría de un chileno medio, y ahora señala que no era una cicatriz, que podía ser un rasguño".
En su escrito, la jueza Díaz-Muñoz concluye que "no existe ningún otro antecedente que permita por ahora justificar la orden de detención, por lo que se rechazó la petición del Ministerio Público".
Sin embargo, la magistrada autorizó el allanamiento a la casa del segundo sospechoso, en Las Condes, lo que hasta anoche no había permitido recuperar los choreos de dinero, relojes y aros. La jueza también autorizó sacarle saliva y 2 pelos a los sospechosos para compararlos con el ADN de dos latas de cerveza que la policía halló en una plaza cercana a la casa asaltada.
Ante las contradicciones de su esposa, Andrés A. dijo que la primera descripción la hizo "en estado de shock y muy consternada, a 3 ó 4 horas de sucedido el hecho", y recordó que "los tipos que entraron a la casa fueron dos y por lo mismo los retratos hablados son diferentes".
Por su parte, la muni de Lo Barnechea anunció que interpondría una querella contra quienes resulten responsables por la liberación de los supuestos asaltantes.
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