El verano trae muchas cosas entretes para los terrícolas: disfrutar paseos y asados al aire libre, chapotear en las piscinas, una cervecita en una terraza, entre otras maravillas.
Pero también se deja sentir con terroríficas noches calurosas, las que generan problemas para conciliar el sueño.
Para aliviar la sensación de calor, durante el día las personas optan por estar en espacios con aire acondicionado, beber agua casi congelada, tomar helados o mojarse el cráneo de manera sistemática.
No obstante, aunque en la noche la temperatura baja en relación al resto del día, no es suficiente como para estar cómodos en la cama, provocando que muchos se den más vueltas que un pollo asado para entregarse a los brazos de Morfeo.
Pablo Guzmán, neurólogo de Clínica Somno, indica que la temperatura ambiental ideal para dormir está entre 18 y 20°C, pues a ese punto se produce un mejor descanso, logrando llegar a etapas de sueño profundo (que es el sueño verdaderamente reparador).
"En esta época del año, en Chile se puede llegar por las noches a temperaturas más altas, las que producen un sueño más superficial, debido a las molestias que causa el calor, como sudoración, prurito (picazón) en la piel, sofoco, etc.", explica el profesional.
Para combatir las noches calurosas y poder descansar mientras se duerme, hay una infinidad de trucos que pueden marcar la diferencia entre dormir cuatro horas a saltos, u ocho a pierna suelta.
En esta nota, te entregamos las claves y recomendaciones para combatir las noches calurosas y lograr dormir como un lirón, sin andar sufriendo a la mañana siguiente.
¿Acostarse desnudo?
Julia Ortiz, directora de la Escuela de Salud de AIEP, aconseja lo siguiente:
- Durante el día, hidratarse tomando mucho líquido, por lo menos tres litros de agua, de esta manera el cuerpo se mantendrá hidratado hasta la noche.
-Evitar el consumo de cafeína, alcohol y bebidas energéticas. La ingesta de estos líquidos puede provocar alteraciones en el ritmo cardíaco que interrumpirá el sueño. Por su parte, el alcohol impide alcanzar la fase profunda de sueño.
-Se debe mantener ventilada la habitación, para que no se concentre calor. Además, durante las horas de mayor temperatura, es ideal mantener las cortinas y persianas cerradas para evitar el calor que desprende el vidrio.
-No realizar ejercicios antes de dormir, pues la práctica de deportes libera adrenalina y noradrenalina, lo que hace que el cuerpo se sienta activo. Es mejor hacer alguna técnica de relajación que permita conciliar el sueño de manera más rápida.
-Antes de dormir, tomar una ducha tibia de cinco minutos, el agua a esa temperatura ayuda a tener una sensación de frescura más duradera.
-El pijama de algodón es el más cómodo para las noches de calor, ya que permite la absorción de la transpiración. Al contrario de lo que se cree, dormir como Dios lo trajo al mundo no es lo más recomendable, puesto que no se evapora la humedad que existe entre el cuerpo y la cama.
-Es bueno también tratar de dormir de lado, porque es la posición que menos se pega a las sábanas, prolongando la sensación de frescura.
Climatización y aire acondicionado
Tener un climatizador o aire acondicionado en la casa ya no es un beneficio que sólo unos pocos pueden disfrutar.
Eduardo González, gerente general de Ursus Trotter, recomienda tener siempre presentes los siguientes consejos, para lograr mantener una temperatura adecuada, tanto en el día como en las calurosas noches.
- Ventilar las habitaciones por un período aproximado de 10 minutos diarios.
- Si cuenta con un sistema de climatización o aire acondicionado, trate de mantener la temperatura entre los 21 y los 23 grados Celsius durante el día. Para ello, se deben mantener cerradas las puertas y ventanas de la habitación.
- Encienda el equipo de climatización sólo cuando se encuentre en su casa, para evitar un gasto innecesario de energía.
Infierno
Desde la Dirección de Meteorología de Chile, el experto Julio Saravia, señala que "para enero y febrero próximo, en lo que son los valles y sectores interiores, entre la Región de Coquimbo y la Región del Maule, va a estar más cálido de lo usual. En cambio, entre las regiones del Biobío y Aysen, hasta mediados de enero, debiéramos tener temperaturas más altas".
(*) Orientación y ventilación
Las condicionantes térmicas deben ser de las más importantes consideraciones, ya que esto va a permitir obtener o perder la condición de confort térmico del departamento.
Los departamentos que tienen orientación norte y oriente -y sus combinaciones-, suelen ser más costosos, porque en invierno se reciben todos los beneficios de la energía del sol, pero tiene la desventaja del sobrecalentamiento en verano.
La radiación UV hace que las cosas se decoloren o deterioren. En general, los materiales tienden a deteriorarse por esta acción, para esto se pueden utilizar cristales o láminas sobre estos, que filtren esos rayos.
La ganancia térmica se produce por el espectro de radiación del sol, principalmente los rayos Ultravioleta (UV) e infrarrojos.
Para bajar la temperatura del hogar sirve el aire acondicionado, bajando la temperatura del ambiente, aunque podemos evitarlo también protegiendo con cortinas, que son capaces de retener esta radiación.
Hoy, contamos con muchos materiales que permiten una mayor durabilidad, ante los deterioros que provocan la radiación, proveniente del sol, además de telas que generan resistencia al paso de la misma, y que son muy eficientes.
Hay que estar muy atento a las horas de mayor exposición para poder controlar la ganancia térmica.
En general, no comprendemos muy bien cómo funciona nuestro departamento en términos de confort térmico, y eso hace que cometamos errores.
En esta época, los departamentos que no reciben sol directo deben ventilarse con regularidad, porque pese al calor que existe, se puede acumular humedad en las zonas más oscuras.
Por otro lado, es bueno aprovechar las horas de sol tangencial que se recibe en estas orientaciones (oriente y sur), abriendo cortinas y persianas de modo de aprovechar igualmente los beneficios de recibir la luz solar.
(*) Nelson Sanhueza, académico de Ingeniería Civil de la U. San Sebastián
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