Con 18 añitos recién cumplidos, las hermanas Melita y Antonia Abraham se inscribieron en la historia de nuestro deporte, luego de lograr plata con la dupla de remos largos en los Juegos Panamericanos, que se disputan en Toronto.

“Es el logro más importante de nuestra carrera”, confesó la Anto abrazando a su hermana, quienes juntas llegaron a este mundo el 7 de julio de 1997.

Pero no llegaron solas.  Junto a Diego e Ignacio las cabras son parte de un lote de cuatrillizos, quienes hace 8 años se dedican completamente al remo.

Tres de los hermanos se encuentran en Toronto, pero fueron ellas quienes terminaron abrazadas en el podio, dejando atrás una historia de diferencias que, gracias a su madre, Melita Schüssler, supieron superar como buenas hermanas.

Melita era de las mechas tiesas, y dueña de un carácter ultra competitivo. Siempre quiso superar a su sister, al punto de confesar a su vieja que “yo no voy a correr nunca con mi hermana”, como lo había fijado el entrenador Gonzalo Álvarez, quien en su entonces confesó que “se agarraban del moño arriba del bote”.

Fue ahí cuando la tía Melita se puso firme y les dijo “hija, vas a tener que correr con tu hermana y van a llegar a ser seleccionadas nacionales, a eso tienen que apuntar. Como mamá tengo esa intuición, son las dos igual de sobresalientes”, confesó a la revista Ya la viejita de las cabras, quien dicho sea de paso fue lanzadora del disco y la bala en sus años dorados.

Hoy el presente le dio la razón a la mami chocha, y ayer se cansó de recibir saludos por Facebook, donde ella colgó “felicitaciones hijas, las quiero mucho”.

Con la plata de las hermanas Abraham, que partieron en el Club Regatas Miramar y hoy forman parte del Centro de Entrenamiento Regional Avanzado en la laguna Curauma, el team Chile sumó cinco medallas en Toronto, considerando los oro de Bárbara Riveros (triatlón) y Emanuelle Silva (patín carrera), más los medallones de bronce de Marisol Villarroel (patinaje artístico) y María José Moya (patín carrera).