"El asesinato fue realizado por encargo de la esposa del señor Zamorano, Doña María Pérez López que se ha visto envuelta en similares problemas anteriormente".

Así reza parte del correo eléctronico anónimo que la Fiscalía local de Ñuñoa recibió el 6 de mayo, que inculpa  a "La Quintrala", María del Pilar Pérez López, del doble crimen de su ex esposo, Francisco Zamorano Marfull, y su pareja homosexual.

El e-mail habría llegado pocos días después del asesinato, supuestamente al fiscal a cargo, Patricio Caroca, pero fue descartado como parte de la investigación del caso en el que está inculpado como autor del doble homicidio el anciano Claudio Ernesto Soza (75), primo de Zamorano.

El correo también alerta sobre el estado mental de la mujer, quien ayer fue formalizada por el asesinato del joven Diego Schmitdt-Hebbel: "Hace 10 años fue tratada por ese doctor que la describió como peligrosamente inestable (...) es una mujer peligrosa y de una mentalidad enferma", agrega el anónimo.

Presuntamente, el e-mail debió ser escrito por alguien cercano a la familia de "La Quintrala", porque relata que "intentó matar a la polola de su hijo empujándola por las escaleras (...) La familia de María y su hijos ratificarán los problemas psicológicos de esta señora (...), que con absoluta seguridad ha cometido otros crímenes".

Además hace referencia a un juicio que está en el 17° Juzgado del Crimen desde el año 2002, que corresponde a un intento de asesianto en contra de Rafael Felip, ex pareja de la desequilibrada mujer.

FISCALÍA

El fiscal a cargo, Carlos Gajardo, desconoció tener antecedentes concretos.

"Nosotros hemos indagado acerca de la existencia de conductas semejantes anteriores. Pero es importante tener antecedentes concretos.  El día de hoy el Ministerio Público tomó contacto telefónico y le tomó declaración (...) esa deligencia se hizo hoy (ayer)", manifestó ,el abogado  ChileVisión.

Consultado si se podría haber evitado el crimen de Diego analizando el correo y la causa anterior en el juzgado 17, el acusador dijo que la declaración se tomó ayer, igual que la del sicario W.M. involucrado en ese caso.

"¡OJALÁ TE SEQUEN EN LA CÁRCEL, VIEJA LOCA!"

Parecía la clásica imagen del traslado de un cuerpo amortajado en camilla a la morgue. Pero no. Era María del Pilar Pérez López, a quien sacaron de la UTI del Hospital del Salvador custodiada por cuatro gendarmes.

Cerca del mediodía una ambulancia esperaba a "La Quintrala", quien salió enfundada en una manta blanca. No se podían distinguir ni su cabeza ni sus pies.

Después de un fin de semana custodiada por Gendarmería, María del Pilar vio la luz del sol, pero no sabía que el encuentro con la poca libertad sería tan amargo.

Apenas el gendarme abrió el portón para llevar a María del Pilar Pérez directamente al Centro de Justicia, una turba compuesta por curiosos, enfermos y personal que trabaja en el nosocomio comenzó a descargar su bronca contra ella.

"Asesina", "loca" y "malnacida", fueron los primeros calificativos. A medida que la cama avanzaba hacia el estacionamiento, los susurros se transformaron en gritos y las palabras en los peores deseos: "¡Ojalá te sequen en la cárcel, vieja loca! ¡Que te maten adentro, desgraciada!".