En 1976, cuando aún era un tema tabú para la sociedad a nivel mundial, el doctor Guillermo McMillan decidió cambiarle la vida a quienes se encontraban atrapados en un cuerpo que nos les pertenecía. Así, el doctor y el Hospital Carlos Van Buren, de Valparaíso, pasaron a la historia. Desde entonces, la operación genitoplastía se ha realizado a más de 430 personas en el país.

Pero hace unos días el único, único médico que hacía operaciones de cambio de sexo debió jubilar. O sea, McMillan, de 78 años, tenía que dar un paso al costado y los próximos pacientes quedaban en el aire.

Algo que, por suerte, se solucionó a la brevedad. Según contó a La Cuarta el doctor y director del hospital porteño, Mauricio Cancino, la jubilación del experimentado doctor no será un impedimento para que siga cambiándoles la vida a quienes lo necesitan.

Esto porque se instaurará un sistema para que McMillan siga operando. "Él es una persona muy activa y hemos establecido un convenio para que siga desarrollando su labor como cirujano, con un convenio a honorarios, que vamos a implementar en lo que queda del 2019 y para finalizar el 2020, mientras desarrollamos la red nacional de policlínicos trans para que este se coordine a nivel nacional", indicó el director del establecimiento médico.

Esa importante labor no la realizará solo, ya que contará con el apoyo de su mano derecha, la doctora Melissa Cifuentes, quien seguirá con la batuta en esta cruzada.

La uróloga, que desde el 2003 se comenzó a especializar en el área de la genitoplastía, ya ha operado, junto a McMillan, a más de 30 pacientes.

La doctora reveló cómo se siente tras cada operación. "Es algo tan trascendente, es muy emotivo. Es muy común que nos digan 'usted me hizo nacer de nuevo', es fuerte para ellos y uno lo disfruta, es que este tipo de cirugías donde uno ve la necesidad que tienen estas personas de ser atendidas con un trato digno a mi me causa mucho entusiasmo el poder ayudarlos y ayudarlas".

Agregó que "he visto el impacto que esta prestación tiene en sus vidas. Imaginen lo que es una persona que se siente mujer, con siquis de mujer y que puede optar a tener sus genitales de mujer, es algo tan trascendental".

Proyecto

Esta operación, que en pabellón puede demorar entre 5 a 6 horas, tiene un tiempo de recuperación un poco más extenso.

Es allí a donde quiere apuntar el hospital, porque quienes son intervenidos vuelven a nacer y necesitan apoyo, no sólo de sus familiares y amigos, pero también de especialistas de diversas disciplinas.

Es por esta razón que se buscará crear una red nacional de policlínicos trans: "El proyecto tiene pensado que funcione con matrona, kinesiólogo, psicólogo, asistente social, incluso asistencia legal, por parte de un abogado, porque hay cambio de nombre y todo eso, es una atención multidisciplinaria e integral, para estos pacientes", concluyó el director del Hospital Carlos Van Buren.