Uno de los casos que más ha remecido la industria de Hollywood y la alta sociedad tanto británica como estadounidense, fue la detención de Jeffrey Epstein, empresario norteamericano quien fue acusado de pedofilia y tráfico de sexual de menores, supuestamente manejando una red de niñas para prostituirlas.

Epstein se declaró no culpable de los cargos que se le imputaban, y murió después de atentar contra su propia vida al interior de una cárcel en Nueva York, el 10 de agosto del 2019, esperando por el juicio y sentencia en su contra. Dentro de la investigación salieron a la luz una serie de nombres, entre ellos el de su ex novia y heredera Ghislaine Maxwell, quien fue sindicada como su principal colaboradora.

Es en esta línea, que este martes el juicio en contra de Maxwell llegó a su fin, siendo sentenciada a 20 años de prisión por el delito de tráfico sexual de menores. Tras su sentencia, los abogados del distrito de Nueva York declararon que el caso de la famosa heredera sirve como ejemplo y “envía un fuerte mensaje de que nadie está por sobre la ley y que nunca es tarde para hacer justicia”.

Durante el juicio, Maxwell envió dos mensajes hacía sus víctimas y denunciantes, pidiéndoles “perdón por el sufrimiento que debieron atravesar”, y que “espera que su sentencia y encarcelamiento les puedan otorgar un cierre”, haciendo referencia al duro proceso que han debido atravesar durante estos años de juicio.

La mano derecha de Epstein

Durante el juicio también se detalló el modus operandi que tenía la pareja para atraer a sus víctimas, especificando que principalmente “atraían a jóvenes vulnerables”, las cuales ponían en contacto con personas adultas que abusaban de ellas.

Una de las víctimas declaró que Maxwell “la involucraba en relaciones con hombres ricos y poderosos. Los que conocía a través de Epstein y su difunto padre, el Barón Robert Maxwell”. Y es que la heredera pertenecía a la alta sociedad británica, por lo que tenía una serie de contactos, entre los que supuestamente se incluía el hijo de la Reina Isabel II, el príncipe Andrés.

Durante el juicio también se especificó que Maxwell nunca pensó que las víctimas llegarían a hablar, ya que eran niñas y adolescentes cuando los delitos tuvieron lugar, hecho que finalmente sucedió, presentándose numerosas víctimas para testificar en contra de ella y Epstein.

La defensa de Maxwell espera que la heredera pueda cumplir su tiempo de prisión en la prisión federal de baja seguridad de Danbury, misma que sirvió de inspiración para la serie Orange is the New Black, señala New York Post.