Los trabajadores de la aduana de Los Andes agarraron a un ciudadano boliviano que intentaba ingresar droga al país. El hombre llevaba los estupefacientes en el interior de su cuerpo, pero lo cuático es que eran nada más y nada menos que 116 ovides de cocaína.

Los funcionarios de la frontera lo pillaron cuando hacían sus labores en el paso Los Libertadores. Un perro rastreador marcó llamativamente el baño de un bus. En su interior había un calzoncillo con cuatro ovides que, al estudiarlos, determinaron que contenían cocaína.

Dada esta situación, entrevistaron a todos los pasajeros que venían en el bus e identificaron a una persona que no traía ropa interior. Al ser consultado por esto, el sujeto dijo que no utilizaba. Cosa que no era coherente con el equipaje que llevaba en su maleta, ya que ahí si había.

Horas más tarde, el sospechoso confesó haber "viajado desde Bolivia a Mendoza y que el destino para la droga era Santiago". En total, llevaba en su cuerpo 1 kilo y 420 gramos de cocaína, lo que fue confirmado por el equipo de rayos X Body Scan perteneciente a la Policía de Investigaciones.