El Gobierno de Panamá ratificó en un informe final que un fallo humano fue la causa del accidente de un helicóptero del Servicio Aéreo Nacional (SAN) en el que murió el General de Carabineros, José Bernales y su señora.

El informe se completó luego de que la Junta de Investigación, designada por la Autoridad Aeronáutica Civil (AAC) de Panamá, recibió el reporte pendiente de la fábrica de los motores Pratt & Whitney, referente a la falla del motor número uno del helicóptero.

Este es un "aspecto importante que faltaba para presentar el informe final y dar por terminada la investigación", según un comunicado del Ministerio de Gobierno y Justicia, al que la AAC entregó el documento.

El informe interino determinó "el manejo inadecuado", por parte del piloto, "de los procedimientos de emergencias por la falla del motor No.1", debido a que, según los datos investigados "la aeronave tenía la capacidad de poder volar con un solo motor".

En la investigación participaron, en calidad de expertos, dos representantes de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile.

Panamá concluyó las investigaciones cuando está próximo a cumplirse un año del siniestro y está pendiente de reunirse, en Santiago, la mesa binacional de reparación para los familiares de los once muertos en el accidente.

El helicóptero SAN100, en el que viajaban el jefe de Carabineros de Chile, su esposa y diez pasajeros más, se estrelló contra un almacén de ropa en una zona comercial de la capital panameña, cuando buscaba atravesar la ciudad para realizar un aterrizaje de emergencia, el 29 de mayo de 2008.

En este accidente murieron seis chilenos: el jefe de Carabineros, general José Alejandro Bernales; su esposa, Teresa Bianchini; el comandante Óscar Tapia y su esposa, Carolina Reyes Cruz; el comandante Ricardo Orozco Ugalde y el capitán Mauricio Fuenzalida.

También fallecieron cinco panameños: el piloto, Juan Delgado; la comisionada de la Policía Nacional (PN) María Angélica González de Celis, panameña de origen chileno; el comisionado de la PN Gerardo Polanco, el capitán de la PN Calixto Cedeño y el sargento de aviación Reynaldo Cerna, de la tripulación.

El único sobreviviente fue el copiloto, el panameño Ernaldo Carrasco.