¡Insólito! Osornina reclama que le echaron el quiosco abajo

Con la boca abierta quedó el lunes en la mañana Marina Gualamán. ¿El motivo? Cuando iba en micro a trabajar a su quiosco, ubicado en la intersección de Victoria y Montero, en Osorno, cachó que el local en el que se había pelado el lomo durante 21 años no estaba.
"Cuando pasé en la micro vi que mi negocio no estaba, por lo que fui al centro a reclamar a la Municipalidad. Es que el negocio es mi vida y de él vivo", sapeó la trabajadora al diario El Austral.
En la muni le reconocieron que el "matanga" se debía que el local no contaba con un permiso. Según contó ella tenía todo al día, por lo que no se justificaba la medida y pa' peor no le habían avisado del atado.
Como si fuera poco, al recibir de vuelta su fuente laboral la tarde del lunes Marina cachó que éste venía como membrillo colegial. "He pagado con sacrifico las condonaciones y cada patente, y ahora veo mi negocio destruido", agregó la señora toda angustiada.
Consultada sobre las pifias y cuántas lucas le iba a salir arreglar el local, Gualamán sapeó que sólo en mercadería y otros enseres iba a gastar, por lo bajo, 250 lucas.
Desde la muni se defendieron asegurando que tras la construcción de un puente cercano el quiosco no había sido regularizado y juraron de guata que le iban a entregar uno nuevo.
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