La historia de "El Renacido"... sin las luces de Hollywood

Al igual que en la película que le diera por primera vez un Oscar a Leonardo DiCaprio, en los bosques de Rusia se escenificó la versión real de la lucha entre un oso y un humano. Alexander fue "raptado" por el animal durante un mes, hasta que fue hallado como una momia. "Me mantuvo para comerme", dijo.

"Revenant" -en español conocido como "El renacido"- cuenta la historia de un recolector de pieles que busca venganza tras ser dejado a su suerte en un bosque. ¿Suerte? Bien poca, la verdad. El hombre se encuentra con una cría de oso pardo cuya madre decide atacar ante lo que pensó era un riesgo. Instinto natural, le llaman...

La imagen impacta por su crudeza y realismo. Un animal de unos 400 kilos contra un tipo empinado en 70 kilogramos. Lucha unilateral, en la que las garras atraviesan carne y los colmillos asolan la grasa, fibras y huesos. La ficción se hizo tan palpable e impactante que le dio por primera vez el Oscar como mejor actor a Leonardo DiCaprio. ¿Pero si eso mismo -o algo similar- pasara en la realidad?

Esa pregunta decidió responderla un tipo que tuvo la mala idea de aventurarse en el estado ruso de Tuvá, en la frontera con Mongolia. Y si bien no sabemos las circunstancias en que se dio el encuentro, sólo se sabe, por ahora, que el animal no decidió matarlo, si no que llevarlo a su cueva como "compañero" de hibernación.

A diferencia del sufrido personaje de DiCaprio, lo que vivió el sujeto fue aún peor, pues la bestia, como pasó en la película, no murió. El oso, simplemente, optó por "raptarlo" para comerlo como carroña. Ley de la selva, le dicen.

Unos perros de caza sintieron el olor a carne humana, lo que alertó a un grupo a ingresar a una cueva. Ahí hallaron un cuerpo momificado. La sorpresa fue grande cuando se dieron cuenta que había vida en él...

La historia es de Alexander, un tipo que aún no cree que tenga vida y ganas para contar lo que tanto lloró. Aparte de recordar que el mamífero le rompió la espalda en el fragor de la lucha, insistió en decir que el plantigrado "me mantuvo para comerme", mientras era trasladado a un hospital en estado de extrema gravedad.

La cara y el cuerpo de Alexander estaban recubiertos con sangre seca y suciedad; su piel presentaba un color blanco mortal y los ojos celestes apenas se mantenían abiertos.

Desde la data de su desaparición, se cuenta poco más de un mes, tiempo en el que el hombre se alimentó de la carroña que dejó el oso y se hidrató con su propia orina.

Hollywood, esta es la historia del verdadero "renacido"...

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