Con la mesa-parrilla puede comerse una vaca sin pararse

A Manuel Hermosilla le regalaron unas llantas viejas y acabó creando la solución perfecta para los adictos a las brasas y el confort. El invento más exótico de la Vendimia 2019 causó furor en Curicó.

Hace calor en Curicó y pareciera que con el mar humano que recorre la Plaza de Armas, más calor se siente. Por eso se arman filas kilométricas para comprar cerveza artesanal, que este año tiene como gran promo dos vasos de michelada por 5 lucas.

Son furor y a los dueños de los stand vineros les da un poco de rabia la moda, porque claro, la fiesta es de la "Vendimia" y la chela termina haciéndole sombra al jugo de la uva. Pero bueno. En este verdadero carnaval de música, gastronomía y copete hay espacio para todo y todos. Como Manuel Hermosilla, quizás el dueño del invento más celebrado de este 2019.

Don Manuel no es mueblista. Estudio técnico agrícola, pero por esas cosas de la vida un día le regalaron unas llantas de camión y en su cabeza canosa se fraguó la idea de convertirlas en parrilla. "Fue difícil, porque la llanta era ideal para echar el carbón, pero con todo lo que las recubría se terminaba quemando", cuenta el creador de la mesa-parrilla.

- ¿Con qué logró aislar el fuego para que no terminara llamando a los bomberos? "Ahh, eso es como el secreto de la Coca-Cola", dice mientras se ríe y saca cuentas alegres con una pyme que ya lleva 5 años de prosperidad y posee varios modelos, como la "pipa-parrilla" y el "barril-parrilla".

- ¿Cómo se le ocurrió hacer un comedor con la parrilla incorporada? Fue por las necesidades de la gente, que siempre me decían lo bueno que sería una parrilla donde se pudiera compartir.

- ¿Y cómo logró que la cosa no se quemara? En el caso de mi mesa estrella, dejé un separación de 8 centímetros entre la parrilla y la madera, lo que actúa como cortafuego. Pero lo más difícil fue confeccionar un octágono perfecto, porque un milímetro que me pasara iba a quedar fea la cuestión.

- ¿Si le pusiera un baño incorporado a las sillas yo creo que el invento se lo compraría la NASA? Jajá. Lo importante es que en mi mesa-parrilla cada uno se sirve la carne como le gusta y se puede hacer una tertulia larga al final. Al cabo, para qué sirve un asado si no es para compartir, ¿no?

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