Fue el símbolo patrio más importante hace 200 años, pero no duró mucho tiempo como tal, y pasó casi inadvertido. La bandera de la independencia de Chile es considerada por algunos matemáticos como un emblema que geométricamente es casi perfecto.

Así lo dejó de manifiesto el Doctor en Matemáticas de la Universidad de Santiago, Andrés Navas Flores, en una columna de opinión publicada en el diario El País, de España.

La bandera fue diseñada el 18 de febrero de 1818 por el ingeniero militar Antonio Arcos para utilizarse en la independencia del reino español. Lo sorprendente es la perfección de sus proporciones.

Para muchos matemáticos, la cifra 1,6180339887 es el número de oro, debido a que aparece en muchos escenarios, como en la disposición de las hojas de las plantas y en la proporción de diversas partes del cuerpo. No por nada, artistas de la talla de Leonardo Da Vinci y Salvador Dalí solían utilizar este número como guía para la proporción de sus obras.

Este guarismo encamina la conformación de la ex bandera chilena en las proporciones que tiene entre sus tres colores: blanco, rojo y azul.

Si bien la bandera de la independencia es bastante similar a la que utilizamos actualmente, tiene algunas diferencias. Por ejemplo, tiene dos escudos en cada lado y diferentes al actual, y dentro de la estrella pentagonal tiene una figura de ocho puntas.

Las proporciones con las que se conforma la bandera actual también son diferentes, y alejadas de la perfección que tuvo aquella olvidada insignia del país.

En la actualidad, el único ejemplar sobreviviente del símbolo patrio se encuentra en el Museo Histórico Nacional, aunque no en las mejores condiciones.