La ruka mapuche que brota en Macul

Muchas personas cuando son alejadas de sus originales tierras, buscan algún lugar donde juntarse y compartir. Ese fue el ejemplo de la Asociación Mapuche Choyituyiñ Warria Meu, que significa "renacer o brotar en la ciudad", quienes desde 2002 se la jugaron por tener un sitio para reunir a los mapuches que, por diversos motivos, viven en Santiago.

Tras varias citas con el alcalde de Macul, Sergio Puyol, el 2007 se les entregó un terreno en la intersección de las avenidas Quilín y Marathon, que es compartido con los pueblos originarios Rapa Nui y Aymara.

Las chiquillas y cabros mapuches se pusieron las pilas y en 2012 consiguieron fondos para levantar una ruka con toda la cosmovisión de su pueblo. Según nos cuenta Ximena Tramol Pinto, presi de la asociación, "uno de los rucafe (constructor de rukas mapuches) tuvo un sueño, que el terreno había pertenecido a una señora y tuvimos que hacer una ceremonia de pagamiento con monedas de plata, para poder ocupar este espacio".

La idea del sitio es "recuperar y conocer nuestra cultura, además de buscar que cada vez más gente mapuche se incorpore a conversar alrededor del fogón", señala Ximena, quien precisa que ello "también permite visibilizarnos en la ciudad".

Actividades

Para ello, cuentan con talleres de medicina ancestral mapuche, donde se enseña las propiedades y usos de yerbas medicinales. También hay talleres de orfebrería y mapudungun, entre otras actividades autogestionadas. ¿Y los precios? Un ejemplo es el de orfebrería, que entre octubre y diciembre, se impartirá por $25 mil piticlines mensuales.

El lugar también es ideal para cachar algunas cosas propias de la cultura mapuche, a través de una ruta guiada que está enfocada a colegios y turistas. Esta se inicia en el rehue, punto de reunión donde se hacen rogativas y que está rodeado de maqui, canelos del sur, araucaria y varias plantitas más.

Luego se da paso a un recorrido por la ruca, conociendo instrumentos musicales, telares, vestimentas, artesanías y el fogón, que invita a charlar y de donde emanan los aromas y sabores de la gastronomía mapuche, preparados por Silvia González Lizama.

El concejal de Macul, Iván Gajardo, comenta que la ruca "se está transformando en un espacio cultural para los vecinos y vecinas, ya que cada mes se están desarrollando trabajos de orfebrería, platos típicos y lo valioso es que se trata de preservar las raíces de los pueblos, dando espacios para las diversas culturas".

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