La teleserie de Canal 13, Los Secretos en el Jardín, reflotó el caso de "Los Sicópatas" de Viña del Mar. Fueron diez asesinatos y cuatro violaciones que aterrorizaron a una ciudad y todo un país.

Entre 1980 y 1981 una serie de robos, asesinatos y violaciones estremecieron a la Ciudad Jardín, sin que la policía pudiera dar con los autores de los delitos.

Tras un infructuoso período de indagaciones, la investigación apuntó al empresario Luis Gubler, arrestado el 26 de febrero de 1982. El 8 de marzo Gubler quedó libre por falta de méritos.

Paralelamente fueron entregados a la justicia por la policía uniformada, los carabineros Jorge Sagredo Pizarro (con bigote) y Carlos Topp Collins, quienes pagaron con sus vidas por los crímenes.

Aunque la versión oficial fue que Topp Collins y Sagredo Pizarro fueron los únicos culpables, con el paso de los años surgieron otras teorías. Una de ellas asegura que personas que querían vivir emociones fuertes pagaban por ver a los polis asesinando.

LOS PERIODISTAS

Los periodistas Pablo Honorato y Ricardo Ruiz Lolas cubrieron el caso.

"En mi trabajo periodístico escuché muchas especulaciones, de las cuales nunca nos hicimos cargo en el diario (La Estrella de Valparaíso), intentando dar siempre una visión objetiva de los hechos", señaló Ruiz Lolas.

Añadió que entre los rumores surgió "una supuesta vinculación política entre las víctimas, para darle un sentido de ese tipo a los asesinatos. Esta hipótesis se investigó periodísticamente, pero quedó descartada. Sólo una de las víctimas, el empresario (Fernando) Lagunas militaba en un partido político (PS)".

El periodista argumentó que "aquello de que se trataría de personas de la alta sociedad viñamarina que le pagaban a los carabineros para observar cómo violaban y mataban, también fue descartada por la policía. En este sentido se llegó a dar nombres de personas muy conocidas en Viña que estarían detrás".

Sobre Gubler indicó que "mi opinión es que se trató de un error policial. En mi libro "El Cronómetro de la Muerte" que tendrá una nueva edición que saldrá a la venta el próximo mes, se detallan las confesiones de ambos carabineros, que dan cuenta de los detalles precisos de cómo cometieron los crímenes".

Honorato, quien en ese tiempo laburaba para Canal 13 y El Mercurio, contó que "se barajaron muchas hipótesis. Siempre se dijo que los autores eran muy audaces, de sangre fría, con mente sicopática y que tenían algún poder que les permitía circular sin ningún problema por diferentes partes y a las horas más extraordinarias. Estábamos en un Gobierno Militar, había mucho más control, sobre todo en la noche".

"En sus confesiones dijeron que eran mandados, que les pagaban por hacer estos asesinatos y quien les pagaba era una persona que le gustaba mirar a las parejas cuando estaban en relaciones íntimas en los vehículos", explicó Honorato.

Agregó que "incluso se habló que podía estar involucrado un sobrino del general Pinochet, lo que también fue descartado".

"Las hipótesis fueron muchas y todas se fueron investigando. Al final se llegó a estos dos carabineros y fue producto de la investigación del cabo Juan Quijada".

- ¿Cómo operaban?

- De noche, se hablaba que cuando la luna estaba menguante. Actuaban entre las 10 y hasta la madrugada.

- ¿Hubo alguien más detrás de los crímenes?

- En todo este tipo de casos tan medíaticos quedan dudas; cómo pudieron actuar con tanta facilidad durante tanto tiempo en un Régimen Militar, esas dudas van a perseverar en el tiempo. Desde el punto de vista judicial fueron ellos. Las dos personas condenadas confesaron ser los autores”.