Crónica

¡Mal pensados!: Subdire de PDI fue al "Lucas Bar" en operativo

Con sonrisas fueron recibidas ayer las palabras del vocero de la PDI, subprefecto Álvaro Thiele, quien justificó la presencia del automóvil fiscal del actual subdirector operativo de la policía civil, Óscar Gutiérrez, en el estacionamiento del cabaret "Lucas Bar", como parte de "un operativo de conocimientos y experiencias".

La performance quedó registrada en mayo del año pasado en una fotografía que el ex jefe de la Bicrim Macul, Francisco Lapolla, imputado por entregar información confidencial a la red de narcotraficantes de "Los Valladares", mostró durante su control de detención. Quiso probar así que posiblemente era objeto de una venganza de parte de sus superiores.

En mayo pasado Gutiérrez (foto circular) era el jefe regional metropolitano de la PDI.

BUENA ONDA

Thiele explicó que en la oportunidad se realizó en Santiago un encuentro de "intercambio de conocimientos y experiencias con la policía europea. Vinieron a Chile a ver cómo se portaban por estos lares los euro-lanzas, especialmente en la vida nocturna. Eso porque ellos se habían percatado que los delincuentes gastaban millones en la bohemia de sus países. Gutiérrez era el coordinador del encuentro, así que se encargó de educarlos sobre la vida nocturna local", dijo el heraldo de la PDI.

Una demostración similar, explicó el jefe de asuntos públicos de la PDI, se realizó posteriormente en Valparaíso con otro grupo de policías visitantes. Aunque no especificó el local, resulta improbable, al tenor de la experiencia, anterior que se tratara del "Jota Cruz", el rey de las chorrillanas.

Thiele descartó que la policía civil inicie un sumario por el asunto.

La explicación demuestra el alto grado de coordinación que existe entre la PDI y las instituciones similares europeas, y revela aspectos desconocidos de su métodos, algo onerosos para el bolsillo de los contribuyentes.

Francisco Lapolla, formalizado el martes por asociación ilícita, cohecho y negación de denuncia, sostuvo en la audiencia que le parecía extraño que tres días después de que le comentó a un amigo que estaba dispuesto a dar a conocer un set de fotografías de su jefe obtenidas en el "Lucas Bar", si no le pagaban la pensión que le debían (se retiró en diciembre), sus ex colegas allanaran su casa y se esmeraran en revisar su computador y su cámara digital, al parecer, en busca de imágenes.

A FURIA

El verso de Thiele sacó los choros del canasto a su jefe máximo, Arturo Herrera, quien informó en Valparaíso que su institución sí está investigando qué miércales hacía el auto fiscal en el "Lucas Bar".

"Yo diría que la explicación que dio el jefe de Asuntos Públicos está altamente errada. No es lo que yo quería que se dijese. Lo que se tenía que decir es que aquí había una investigación respecto de quién es el dueño del vehículo. Al hablar con el subdirector operativo (Gutiérrez), en ningún momento él estaba en ese lugar, entonces yo tengo que creerle", aseveró el dire nacional de la PDI.

Añadió que "va a haber una investigación formal para saber qué estaba haciendo este vehículo ahí, porque los vehículos no los manejamos nosotros, sino conductores".

Quien le mandó medio ramo de gladiolos a Gutiérrez fue el ministro de Defensa, Francisco Vidal. Además de compartir la molestia por la explicación "insatisfactoria" de Thiele sobre el episodio nocturno, el secretario de Estado enfatizó que el Gobierno pedirá un informe como la gente a la PDI y que, luego de eso, "va a tomar decisiones". ¡Glup!

PARA GOZADORES CON ASÍ EL BILLETE

El "Lucas Bar" es cualquier cosa menos un laboratorio de Criminalística o la oficina local de la Interpol. El sitio del suceso se publicita como El Jardín del Edén sobre el cual revolotean las más bellas mariposas del país. Está en remodelación, en Los Cobres de Vitacura y en la barra la cerveza  más  rasca cuesta 10 lucas, un wiscacho 18 y un botellón de champaña 250 mil pesares.

El mito urbano dice que una vez un despistado pidió una caña de pipeño y los guardias lo fueron a tirar a La Piojera. Besar a una de sus azafatas  vale un riñón y, según los plutócratas que tienen acceso al harén, sacarlas del palacio a tomar el aire de la noche puede costar 300 lucas.

Manuel Vega O.

Lo último

Lo más leído