Cada persona es única. Así lo determinó la ciencia hace unas décadas al descubrir el ADN. Sin embargo, pese a esta certeza, en el tratamiento de patologías como el cáncer se empleaba el mismo medicamento o tipo de terapias con resultados que podían variar de forma radical entre un enfermo u otro.

Gracias a los avances tecnológicos, la medicina ha ido avanzando en desarrollar un modelo de atención enfocado en las necesidades de cada paciente. Las pruebas genómicas han ayudado a tener una imagen más detallada del tipo de cáncer que sufre un enfermo, en función de las características que entrega su material genético.

La progresiva digitalización en los sistemas de salud ha permitido que organismos como Foundation Medicine, que investiga los genes y el ADN para evaluar el cáncer de cada individuo, con el fin de personalizar su tratamiento; obtengan los datos necesarios para generar perfiles, que sumados a la evaluación de sus hábitos y estilos de vida, permiten el diagnóstico temprano de patologías como el cáncer de mama.

Este tipo de cáncer en particular preocupa a la comunidad médica de América Latina, debido a que el año pasado se experimentó un incremento del 31,4% de los casos diagnosticados en la región. En el caso de Chile, la situación es parecida. Según cifras del Ministerio de Salud, en el 2015 ese tipo de cáncer era la primera causa de mortalidad, con 16,6 víctimas cada 100 mil habitantes.

"Estas estadísticas son preocupantes y resaltan la necesidad de impulsar esfuerzos adicionales para mejorar la forma en la que abordamos el cáncer de mama en la región", comentó la Dra. Maira Caleffi, médica mastóloga y presidenta voluntaria de la Federación Brasileña de Instituciones Filantrópicas de Cáncer de Mama (FEMAMA), quien participó en la octava edición de Roche Press Day, que se realizó esta semana en Sao Paulo. "Para realmente lograr un cambio, necesitamos entender las necesidades particulares de cada paciente e involucrarlos en cada paso del proceso de toma de decisiones de salud", agregó.

De ahí la importancia que tiene la implementación de la medicina personalizada, ya que esta información ayudaría a generar tratamientos más eficientes enfocados en el perfil de cada paciente, suponiendo además una distribución de los recursos de forma más eficaz, que a largo plazo conllevaría a un ahorro importante en el presupuesto en el sistema público destinado a esta patología.

"Al conocer qué tipo de cáncer tiene un paciente, se le puede entregar un tratamiento adecuado a sus propias necesidades y con un mayor porcentaje de probabilidades de una respuesta positiva. De esta forma, los recursos destinados se emplean de mejor manera, al destinarse a terapias que sí le pueden ayudar", destacó Marcelo Oliveira, líder de Medicina Personalizada y de Foundation Medicine en Roche Pharma Brasil.

El experto señaló que la medicina personalizada no solo implica un beneficio individual, sino que genera también un impacto positivo a nivel de comunidad, al tener tasas de cura más altas y una menor carga de la enfermedad.